Los jóvenes hoy en día tienes tres veces más de posibilidades de estar desempleados que los adultos. Además, están expuestos a trabajos poco cualificados, mayor desigualdad en el mercado laboral y más inseguridad en la transición del mundo académico al trabajo. En ese sentido, las mujeres jóvenes tienen más posibilidades de estar desempleadas y con salarios más bajos que los hombres, siendo los contratos parciales los más extendidos.
Es por ello que la educación y la formación son determinantes para el éxito en el mercado laboral. Pero, por desgracia, los sistemas educativos existentes no están para hacer frente a las necesidades de aprendizaje de muchos jóvenes. Los resultados de los estudios que se han realizado sobre esta brecha señalan que un gran número de jóvenes tienen bajos niveles de rendimiento en competencias básicas. Es por ello que cualificación en los empleos para los jóvenes es una de las características prominentes en la Agenda 2030 para el desarrollo sostenible. Concretamente en el 4.4, que pide un aumento sustancial en el número de jóvenes y adultos que tienen habilidades relevantes.