«Vivimos una crisis causada por la imprudencia». Esta es la opinión de Adela Cortina, catedrática de Ética y directora de la Fundación Étnor para la ética en los negocios. Fundación cuyo gerente, Roberto Ballester, es uno de los primeros miembros de la Comunidad Internacional de Expertos del Sistema Vigía de la Fundación Novia Salcedo.
Adela Cortina llega a Bilbao, invitada por la patronal Cebek, para reivindicar ante los empresarios que la «ética se introduzca en la entraña de la gestión». Y reclama una vuelta a los principios del trabajo sobre los que se asentó el capitalismo; ya que, en su opinión, vivimos en la cultura del mínimo esfuerzo y de las decisiones a corto plazo, olvidando el espíritu calvinista del trabajo y la recompensa que estaban en su origen.
Cortina piensa que para forjar el carácter de las personas, así como el de las empresas, hace falta tiempo y trabajo diario, y también incorporar una dimensión ética que ayude a recuperar el espíritu de empresa que trabaja para generar empleo y riqueza.