La Profesora Adjunta Eleanor Wong, Directora del Programa de Aptitudes Legales a la Escuela de Derecho de la Universidad Nacional de Singapur (NUS) explica en el blog CITations del Centro de Tecnología Educativo de esta universidad cómo ha usado Google Docs para ayudar a sus estudiantes a mejorar su comunicación escrita.
Dice en su introducción: “Ayudar a los estudiantes a mejorar su comunicación escrita puede resultar difícil. Escribir suele ser una actividad solitaria. Es difícil incorporar la escritura como una actividad dentro de la clase y al mismo tiempo mantener la clase activa y atractiva. Si el profesor introduce algún elemento adicional con el fin de “condimentar las cosas”, puede distorsionar la experiencia de escribir y, quizás, acabar en fijar objetivos de aprendizaje no deseados. Por ejemplo, si a los estudiantes se les pide escribir en la pizarra delante de toda la clase, puede introducir un estrés no deseado en el proceso.”
“En consecuencia, los métodos tradicionales para mejorar la escritura implican típicamente encargando un trabajo, dejando que el estudiantes lo escriba en su casa y comentar sobre el trabajo en otro momento. Estos métodos permiten al profesor a comentar eficazmente sobre aspectos como el estilo y la gramática. Pero el profesor no es capaz de investigar en tiempo real el proceso de pensamiento del estudiante. Este desfase en el tiempo lo hace más difícil para el profesor ayudar al estudiante a mejorar su habilidad para igualar su pensamiento con la expresión (que a veces es un desafío más difícil que asuntos de gramática/estilo)”
Esta colaboración en tiempo real sobre documentos es posible gracias a la aplicación de Google, Google Docs, que incluye un programa de colaboración en documentos por el que puedes invitar a otros a colaborar en tus documentos.
Sobre la metodología que usa, Eleanor Wong dice:” Usaba la función de colaboración de Google Docs para llevar a cabo una clase sobre cómo crear y organizar efectivamente un argumento escrito. Quería hacer pensar a los estudiantes sobre dos cosas principales: el orden en el que los puntos se deben presentar para maximizar la persuasión, y cómo elegir cuidadosamente las palabras, para conseguir un impacto fuerte sin exagerar el punto de vista del cliente.”
Antes de empezar la clase, Eleanor Wong cargaba un “documento base” que estaba redactado en términos objetivos (de manera neutral sin querer argumentar a favor de una parte o de otra). Pedía a los estudiantes traer su ordenador portátil al aula, y al principio de la clase dividía el grupo tutorial en dos equipos de 3 estudiantes cada uno. A continuación duplicaba el documento base para cada equipo y a cada copia daba el nombre del equipo correspondiente. Cada equipo tenía que trabajar sobre este documento base y editarlo de tal forma que sería un argumento persuasivo. Los estudiantes podían añadir puntos adicionales al documento base si lo deseaban.
Eleanor Wong habla sobre su experiencia con el método. Al principio la clase se parecía bastante a las sesiones tutoriales usuales, pero observaba que cada equipo quería discutir algo sobre sus pensamientos y a continuación miembros individuales intentaban reescribir el documento base para reflejar su discusión. Además, Eleanor Wong era capaz de monitorizar todos los cambios en tiempo real en su propia computadora, acoplada a un proyector. Cada pocos minutos sacaba en pantalla el documento de un equipo y lo proyectaba en la pantalla del proyector y lo usaba para hacer una breve discusión para después dejar a los estudiantes continuar a hacer más cambios. Al final de la sesión, todos los equipos habían cambiado de forma significativa su documento base para obtener un principio de un argumento persuasivo.
Los beneficios del método son, según Eleanor Wong:
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El profesor podía ver el borrador mientras que se estaba haciendo y podía parar los estudiantes en puntos de decisión crucial, y discutir sobre ellos para mejorar su texto
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Los estudiantes de todos los equipos podían participar en la discusión y la profesora podía ver como intentaban aplicar el aprendizaje en el documento. Esto le ayudaba a saber si los estudiantes habían comprendido la discusión y se podía parar la redacción para llevar a cabo otra discusión
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Algunos estudiantes crearon múltiples versiones de un mismo párrafo (aplicando Cortar y Pegar) y manteniendo todas las versiones en el documento, lo cual permitía discutir de forma comparativa sobre los puntos fuertes y los débiles, algo difícil de simular sobre una pizarra en la clase.
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Estudiantes de un mismo equipo cambiaban frases de cada uno, simulando así interjecciones y críticas
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Aunque la clase parecía tranquila durante la sesión, tanto los estudiantes como la profesora eran capaces de observar la energía, el compromiso y el “movimiento” cuando miraban los cambios que ocurrían en los documentos en los ordenadores personales y en la pantalla grande. La clase parecía intensa a pesar del silencio predominante. Lo único que se oía era los clics de las teclas de los ordenadores…