Ocurrió ayer, domingo 7 de septiembre. 59 Estudiantes de un movimiento femenino de la juventud estudiantil católica iban de excursión en un autobús por una autopista en Bélgica. En un momento dado el chofer se mareó y perdió el control del vehículo, que chocó contra el rail central. De inmediato la joven líder del grupo, Kathleen Vandael de 21 años, saltó al sitio del chofer que se había caído al suelo, y pudo llevar el autobús al arcén de la carretera y pararlo, mientras una compañera atendió al chofer. Todo en cuestión de segundos. No hubo ninguna herida y el chofer se recupera en una clínica.
No es de extrañar que en su pueblo, Zonhoven (que significa “jardines del sol”), a Kathleen la recibieron como una héroe. Aunque no estuvo en la Olimpiada de Pekín, se merece una medalla.