Preguntado sobre la investigación en España, Javier Tamayo de Miguel sacó a relucir una serie de deficiencias que obstaculizan la atracción de esta profesión para los jóvenes: la burocracia (un “cáncer” de la Administración difícil de curar); la poca agilidad y facilidad para obtener financiación; el tratamiento como funcionarios a los investigadores institucionales (no se premia económicamente la calidad ni la cantidad del trabajo investigador). “El que se dedica a investigar en España lo hace por que le gusta mucho, por amor al arte” dice. Además, por las mismas razones no se pueden atraer a investigadores de fuera, ni de China ni de India, porque “no llegan por problemas de papeles”, y encima no hay dinero…
Para competir con los norteamericanos, hay que disponer de las mismas armas que ellos, sino el “combate” del conocimiento tecnológico es desigual, está perdido con antelación. ¿Cuánto se ha progresado en “armar” a la investigación europea y española desde que se aprobó la Estrategia de Lisboa, hace ya 8 años?