(Resumen en español del comunicado de prensa original de la AEU en inglés, 4-06-2009)
Según un informe reciente de la Asociación Europea de Universidades (AEU), más de la mitad de los titulados de doctorado o de PhD se dirigen a carreras no académicas, siendo muchos los que se incorporan en empresas, servicios públicos y en el sector de servicios. El informe es el resultado de un nuevo estudio de la AEU “Collaborative Doctoral Education: University-Industry Partnerships for Enhancing Knowledge Exchange” que ha durado dos años y en el que han sido involucradas 33 universidades, 31 empresas y 18 otras organizaciones de 20 países europeos. Asimismo las universidades europeas desarrollan lazos de investigación cada vez más fuertes y numerosos con el sector de los negocios mediante programas de colaboración de doctorado. No solo con grandes empresas con una investigación intensiva pero también con PYMEs.
El informe subraya que tanto las universidades como las empresas consideran que los programas de colaboración de doctorado son canales importantes para soportar la innovación y la contratación. Desde la perspectiva de la industria se valora en particular la participación en tales programas porque dan a las empresas un acceso a una fuerza laboral altamente cualificada y a la investigación académica muy afilada. Asimismo estos programas son una manera de establecer colaboraciones sostenibles a largo plazo con el mundo de los negocios, y ayudan a tomar conciencia del valor añadido que la investigación universitaria puede aportar a la industria y a la sociedad en general. Las universidades por su parte consideran que programas como este deben ayudar a mejorar el reconocimiento del título y aumentar el número de candidatos para este postgrado. Los programas de colaboración exponen también a los estudiantes de doctorado de forma crucial a ambientes no universitarios, y son vistos como caminos excelentes para mejorar la habilidad de los jóvenes investigadores a relacionar el pensamiento abstracto con aplicaciones prácticas.
El estudio revela que las empresas, grandes y PYMEs, tienen expectativas muy altas de los doctores. Esperan de ellos de ser excelentes en investigación pero también del estar enterados del ambiente empresarial, las reglas del mercado tales como las que afectan los derechos de la propiedad intelectual. Por consiguiente ha tenido lugar un reconocimiento creciente dentro de las universidades de la necesidad de aumentar la atención de los candidatos de doctorado a aptitudes conocidas como “aptitudes transferibles” además de las aptitudes de investigación en sí. El informe subraya en particular que la industria valora los titulados de doctorado con aptitudes sólidas de comunicación, negociación y de gestión, además de una capacidad de resolver problemas, y de una experiencia de trabajar en entornos internacionales.
Para que el programa de colaboración sea exitoso hay algunas condiciones previas que deben cumplirse, y en particular que haya expectativas y objetivos comunes de los participantes. El informe insiste en que debe establecerse una confianza mutua y que deben resolverse las diferencias al principio de la colaboración. Entre las recomendaciones, el informe anima a las universidades a establecer un seguimiento estrecho de la carrera profesional de sus titulados, con el fin de poder informar a los nuevos candidatos al doctorado sobre el currículo y de las oportunidades profesionales. Insiste también en el compromiso de los gobiernos para soportar la colaboración, en particular en el desarrollo de las relaciones con las PYMEs que no tienen los mismos recursos que las grandes compañías para gestionar estas colaboraciones.
La Dra. Lidia Borrell-Damian, autora del informe, concluye que el estudio ha demostrado que las universidades y las empresas comparten muchos puntos de vista sobre las oportunidades, desafíos y barreras asociadas a los programas de colaboración, que no hay soluciones únicas y que la aproximación exitosa debe basarse sobre la confianza y entendimiento mutuos.