“A las empresas se les asigna cada vez más una responsabilidad moral. Aunque la dimensión y la complejidad de estas expectaciones a menudo hace difícil satisfacer a todas las partes interesadas, las expectaciones relacionadas con los derechos humanos deben ser tratadas de una manera constructiva y positiva. Ninguna empresa que compete con integridad puede justificar “daños colaterales a los derechos humanos” en su empeño de conseguir objetivos de beneficios”, dice el Profesor Klaus Leisinger, Presidente de la Fundación Novartis (*) para el Desarrollo Sostenible (Basilea, Suiza), en un artículo del 26 de Octubre de 2008 que lleva el título “On corporate responsibility for human rights” y donde reflexiona sobre este tema.
“Donde leyes nacionales no están en línea con el consenso de la comunidad internacional, allí entran en juego las obligaciones morales, cuyo alcance está sujeto a considerables diferencias de opinión”, afirma, y da una serie de razones para asumir la responsabilidad corporativa, sobre todo si fallan las leyes.
Por ejemplo, dice que “las empresas que demuestran estándares de calidad en el ámbito de los derechos humanos, que sientan el pulso de las expectaciones de la sociedad mediante el diálogo con las partes interesadas, y que están preparadas para ser medidas con criterios de legitimidad y no solamente los legalidad, reducen sus riesgos legales, financieros y de reputación.” Klaus Leisinger considera que debe ser visto como “un premio de seguro” contra estos riesgos. Además opina que empresas con actitudes proactivas son vistas como “parte de la solución”, en lugar de “parte del problema”, que pueden tener con la sociedad; empresas ejemplares en derechos humanos son preferidas por fondos éticos de inversión y clientes con sensibilidad ética; Empresas responsables crean una mayor fiabilidad y mejores oportunidades de colaboración de todas las partes con colaboración potencial (socios de negocios, joint ventures, fusiones y adquisiciones)
(*) La Fundación Novartis, que tiene status de consultora del Consejo Social de las Naciones Unidas, es un centro con competencia en responsabilidad corporativa y cooperación internacional de sanidad. Según su visión, está comprometida para “un desarrollo con una cara humana” y quiere ayudar a promover un ambiente social duradero donde los derechos humanos estén garantizados, las necesidades básicas satisfechas y donde hay la máxima igualdad de oportunidad y justicia social para todos.