Icono del sitio Fundación Novia Salcedo. empleo, emprendizaje, futuro.

El síndrome de los trabajadores que se aburren: “bore-out”

bore out

bore out

El trabajador necesita una cierta presión en el trabajo, pero cuando esta presión es excesiva puede sufrir lo que los anglosajones llaman el “burn-out”, o síndrome del “quemado”, un desgaste profesional, un agotamiento extremo, un cansancio que consume la persona. Pero en el lado diametralmente opuesto está también el llamado “bore-out”, o síndrome del aburrimiento en el trabajo. No un aburrimiento ocasional, sino continuo. El trabajador se siente sin ganas.
En ambos casos los síntomas son parecidos. El trabajador se siente mal mentalmente y
físicamente, y puede llega a odiar su trabajo. 


La Universidad de Lovaina, KU Leuven y Vacature.com, una agencia flamenca de
colocación, han hecho un estudio del bore out, haciendo cada una por su parte una
consulta a trabajadores en Flandes.

La encuesta de la KU Leuven fue dirigido por el Profesor de Psicología del Trabajo Hans De Witte con la participación de las estudiantes de doctorado Anahi Van Hootegem y Steffie Desart. Encuestaron a 1500 personas.

Las contestaciones revelan que el 5,9 por ciento de los trabajadores corren el riesgo de bore-out. Un 12,2% afirma que el tiempo pasa lentamente en su trabajo; un 6,6% tiene la sensación que el día de trabajo no acaba nunca; un 5,2% dice que se aburre francamente; un 7,4% dice que se distrae; el 11,5 tiene tendencia a hacer cosas diferentes ajenas a su trabajo. Un 3,5% dice que tienen poco que hacer. El riesgo de bore-out es muy alto para un 1,1% de los entrevistados.

Vacature.com hizo otra encuesta, a 2785 personas. El resultado fue que el riesgo de bore-out es mayor en adultos jóvenes de 18 a 34 años. En este grupo el riesgo de bore-out afecta a un 30% de ellos (riesgo no significa necesariamente que en la práctica lo sufren). El aburrimiento disminuye a medida que el trabajador se hace más mayor.
Entre los mayores de 45 años el porcentaje es 19,5%, y se reduce al 14,5% en el grupo de más de 55 años. En el 48,2% de este último grupo la posibilidad de un bore-out es muy bajo, cuando tan solo el 18,3% de los jóvenes puede decir lo mismo.

El diploma no parece tener influencia en el riesgo del bore-out. Tampoco se nota una diferencia notable entre hombres y mujeres. Ambos sexos corren prácticamente el mismo riesgo.

¿Qué es lo que determina el riesgo de bore-out?

Parece ser el tipo de empleo. Comparando los sectores de actividad, el bore-out aparece más en el sector terciario, el de servicios. Es el sector donde trabajan la mayoría de empleados con un nivel bajo. Destaca que cuanto más alto el puesto de trabajo, menor riesgo de bore-out parece existir. El 36% de personal administrativo subordinado corre el mayor riesgo. En un escalón siguiente superior el riesgo es el 27,6%, y entre el personal de cuadros baja el 16,8%. Solo el 10,7% del personal directivo está en la zona de riesgo. El que tiene una función de líder parece sufrirlo menos que los que no tienen personal a sus órdenes. Esto parece indicar que una mayor responsabilidad, una agenda ocupada y una variedad de ocupación suficiente son un buen remedio contra el bore-out.

Concluyendo, los resultados demuestran que son sobre todo los empleos pasivos que conducen al bore-out son los empleos donde las habilidades y la tensión del trabajo son bajas. Esto explica en parte por qué personas con una función inferior, a menudo al principio de su carrera, en promedio sufren más de bore-out. Por lo contrario, los empleos con una alta tensión de trabajo y poco aprovechamiento de las habilidades conducen al agotamiento y tienen un riesgo de burn-out.

La tensión en el trabajo es el principal factor que hace la diferencia entre el burn-out (demasiado trabajo) y el bore-out (poco trabajo). El saber aprovechar el talento es un factor crucial para experimentar placer del trabajador en su trabajo y para evitar tanto el bore-out como el burn-out, concluye el estudio.

 

Salir de la versión móvil