Los actores del petróleo, reunidos en Madrid a primeros del mes de julio durante el congreso mundial del sector, pusieron en evidencia sus discrepancias a la hora de analizar el origen de la crisis de precios que se mantiene desde hace más de un año y que, según buena parte de los analistas, pueden aumentar el coste del barril por encima de los 160 dólares tras el verano. Así, mientras la UE y la Organización de Países Exportadores de crudo (OPEP) coincidieron en resaltar el componente especulativo de la misma, las principales compañías extractoras y de refino rechazaron esa opinión.
Las compañías petroleras centran el origen de la crisis en las trabas de orden legal y fiscal que los productores del llamado ‘oro negro’ ponen a la explotación de yacimientos para justificar los elevados precios y que, en última instancia, pueden producir una respuesta insuficiente ante la fortaleza de la demanda actual.
El ministro de Industria, Miguel Sebastián, para quien la especulación es la causa de elevado precio, emplazó a los socios comunitarios a adelantar la estrategia que prevé que en 2020 el 20% de la energía primaria sea renovable.