En el periódico El Correo del pasado 6 de febrero apareció un alarmante artículo con el título «Presos del Laboratorio» y con el subtitulo: «Los niveles de estrés con los que trabajan los investigadores les sitúan al borde de la depresión y la ansiedad. Muchos tienen problemas de salud mental pero pocos lo admiten«. Y parece que algunos hasta se han suicidado.
De los testimonios citados de 4 científicos podríamos deducir que el objetivo principal de la investigación no es el desarrollo científico sino publicar artículos en revistas científicas. Y cuantos más se publiquen, mejor profesional es el científico. No se habla de la calidad de estos artículos ni de qué aportan a la ciencia, al desarrollo del conocimiento científico y tecnológico, o al avance de la industria y de la humanidad.
Dos páginas llenas de pesimismo y de alarmas que podrían tener un efecto negativo sobre las aspiraciones de jóvenes a los que les gusta la ciencia y quisieran iniciar una carrera como investigador empezando con el doctorado en una universidad.
El periodista se basa en un estudio de la revista Nature. Por lo que fui a consultar la página web de Nature.
Y efectivamente, en la web de Nature vi un artículo del 15 de mayo de 2019 donde habla de una «Primera Conferencia Internacional sobre la Salud mental y el Bienestar de los Investigadores Postgraduados» que tuvo lugar en Brighton en colaboración con el Consejo de la Educación de Graduados del Reino Unido. El título del artículo: «Being a PhD student shouldn’t be bad for your health» («Ser un estudiante de doctorado no debería ser malo para tu salud«)
«Look beyond publications in assessment of PhDs» («Mira más allá de las publicaciones al evaluar los doctores») es otro artículo en Nature en el que dice que «una colección de World Views en este número sugiere que esto (publicar artículos) crea solo una ilusión de verdadera meritocracia. No solo las evaluaciones sino la capacitación de doctorado en sí requieren mejoras sustanciales para beneficiar a la ciencia y los científicos.»
Nature cita algunas universidades con comentarios negativos pero no están entre ellas las más prestigiosas a nivel mundial o en Europa. Y la propia revista Nature reconoce que hay un problema con estas encuestas: que los datos no son completos y a menudo se aplican a una universidad en una región individualmente. Los datos son escasos y no estandarizados. Que se necesita un trabajo a mayor escala para entender la extensión de los problemas de salud mental y cómo aspectos particulares del postgrado y el ambiente académico en general contribuyen a los problemas. Si estos estudios reflejaran una situación generalizada, habría que sacar todas las alarmas. ¿Que el concepto y la finalidad de estudiar un doctorado ha cambiado? No hay que generalizar y la mayoría y en particular las universidades de gran prestigio internacional que buscan la excelencia, cuidan a sus investigadores.
Para un graduado en ciencias la finalidad de hacer un doctorado en ciencias no es publicar artículos. El objetivo es su formación como investigador. Por lo menos así se entendía cuando hace 60 años, hice mi doctorado en la Universidad de Lovaina (KU Leuven) bajo la dirección del Profesor J.C. Jungers, que fue conocido como editor del libro-manual «Cinétique Chimique Appliquée» y asesor científico del Instituto Francés del Petróleo – IFP. Mi tesis doctoral nunca fue publicada en Nature ni en ninguna otra revista. Solamente fue impresa en forma de librito para los profesores examinadores, para los archivos de la Universidad y para la legalización del título por el gobierno belga. Además, nada más terminar mi doctorado empecé el servicio militar obligatorio. Mis primeros artículos fueron publicados cuando ya trabajé como investigador en el desarrollo de procesos en el centro de investigación de una multinacional petroquímica en Bruselas. Fueron publicados en revistas estadounidenses (Chemical Engineering Progress, Hydrocarbon Processing y The Oil and Gas Journal).También patentes publicadas en EEUU y Canadá.
Mujeres científicas: el problema se acentúa
En el ya citado artículo de El Correo se dice que «según las encuestas» las mujeres son más propensas de sufrir problemas. Pues ayer 11 de febrero, en el Día de la Mujer y la Niña en la Ciencia, el mismo periódico El Correo dedicó un artículo especial con el título: «La carrera científica, cuesta arriba para las mujeres«. Solo algo más de un tercio trabaja en centros del País Vasco. El autor entrevista a 4 mujeres investigadoras de Ikerbasque que cuentan las dificultades a las que se afrontan, que resumidos son: el hándicap de la maternidad, la dificultad de conseguir un contrato de investigadora después del doctorado, y de obtener una beca o un proyecto de investigación, la dificultad de compatibilizar la carrera con la familia, la falta de interés de la sociedad por el tema…
En ocasión de este Dia, ONU MUJERES, afirma que sólo el 30% de quienes investigan en todo el mundo son mujeres y sólo el 35% de las y los estudiantes de áreas de ciencia, tecnología, ingeniería y/o matemáticas (STEM, por su sigla en inglés) son mujeres. Según estudios recientes, las mujeres en las STEM tienen menos publicaciones, reciben una remuneración inferior por sus investigaciones y no avanzan tanto como los hombres en sus carreras. Y a pesar de los obstáculos, las mujeres y las niñas siguen siendo líderes en innovaciones en materia de investigación. Afirman que cerrar la brecha en las STEM es clave para el logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible y la creación de infraestructura, servicios y soluciones útiles para todas las personas.
Conclusión y consejos
Elegir la carrera de ciencias responde a una vocación, -como lo puede ser en cualquier otra disciplina-. Que nadie, ni la universidad ni un profesor te la fastidie. No es aconsejable hacer el doctorado en una universidad o facultad donde existe una presión de «producir» artículos. Hay que eligir una universidad donde hay un buen ambiente, un espíritu de equipo, y una disciplina únicamente orientada a la calidad científica. Haz el doctorado con un/a profesor/a y apoyado por investigadores de pos-doctorado que te enseñan, te acompañan, te apoyan, te aconsejan, te orientan, te animan.
Porque la investigación científica es un trabajo individual dentro de un equipo y dentro de un programa y proyecto científico. Una persona estresada no puede ser un(a) buen(a) investigador(a). Una persona estresada difícilmente puede concentrarse en su trabajo y más aún si su trabajo exige creatividad, atención y concentración, como lo requiere la investigación científica.
Algunas empresas se han sumado al movimiento del Día de la Mujer Investigadora, con los testimonios de mujeres…