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Perspectivas del empleo de la OCDE 2022: Reconstruir mercados de trabajo más inclusivos (I)

El último informe de la OCDE sobre el panorama del empleo global, llamado  Perspectivas del empleo de la OCDE 2022: Reconstruir mercados de trabajo más inclusivos, destaca la gran incertidumbre económica y de empleo a la que se enfrentan actualmente los países. En esta entrada en el blog Construyendo Capital humano de la Fundación Novia Salcedo vamos a subrayar los apartados más significativos de este informe.

La guerra en Ucrania ha acentuado la incertidumbre económica a corto plazo y ha debilitado la recuperación en el mercado laboral. La guerra ha desencadenado en primer lugar una crisis humanitaria, por la cual varios millones de ucranianos han tenido que huir de su país para encontrar refugio en el resto de Europa. Esto ha provocado nuevas dificultades para las políticas sociales y del mercado de trabajo, un descenso del crecimiento mundial y un aumento de la inflación, lo que a su vez ha generado una crisis en el coste de vida. A pesar de este contexto, el informe señala la rapidez con la que se han tomado medidas para hacerse cargo de la llegada de refugiados y compensar la fuerte subida de precios.

Una de las consecuencias más importantes de la guerra, además del grave conflicto humanitario provocado, es que el impacto económico ha frenado la recuperación posterior a la pandemia. Los mercados laborales se habían recuperado con fuerza tras la crisis y el empleo total en la OCDE había vuelto a los niveles previos a finales de 2021. Sin embargo, a pesar de un crecimiento sostenido del empleo, la renta real de los hogares ya había descendido en términos interanuales en el último trimestre de 2021, estimándose que este retroceso ha continuado a comienzos de 2022, ya que el crecimiento de los salarios no ha seguido el ritmo de la inflación.

En cuanto a la situación del desempleo, habría que destacar que la tasa de la OCDE bajó gradualmente desde su máximo (8,8% en abril de 2020) hasta el 4,9% en julio de 2022. En el caso de España las cifras son peores, ya que cayeron de su punto máximo (16,4% en septiembre de 2020) hasta el 12,6% en julio 2022. El informe asegura, sin embargo, que los Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTEs) han contribuido a limitar el aumento del paro. Aun así, la tasa de desempleo estructural permanece elevada en España, y la entrada al mercado laboral es difícil para los jóvenes, cuya tasa de empleo sigue por debajo del nivel anterior a la crisis.

Fuente: Perspectivas del empleo de la OCDE 2022: Reconstruir mercados de trabajo más inclusivos.

 

Los avances en el mercado de trabajo permanecen desiguales según el país y las categorías de trabajadores, ya que la recuperación no se ha completado y la pandemia continúa influyendo sobre la dinámica del empleo en los diferentes sectores. Aquellos que ofrecen remuneraciones bajas, como las actividades de hostelería y de restauración, se están quedando atrás en la recuperación, lo que provoca recaídas importantes en los trabajadores afectados. A pesar de que se han suavizado parcialmente los perjuicios soportados por los trabajadores al principio de la crisis, los jóvenes, los trabajadores poco cualificados y los trabajadores con bajo salario se han quedado atrás en la recuperación.

 

Las medidas adoptadas por los países de la OCDE en materia de empleo y de protección social han sido proporcionales a los desafíos planteados por la crisis sin precedentes de COVID-19, asociando a las políticas de empleo y de protección social, ya en marcha, medidas de urgencia rápidas y de gran amplitud. Estas intervenciones han protegido eficazmente los empleos y las rentas, y han sentado las bases de una recuperación del mercado de trabajo. Por el contrario, si las medidas de apoyo a gran escala han evitado que las desigualdades de ingresos aumenten aún más, algunos grupos de trabajadores muy afectados por la crisis no han sido suficientemente protegidos por el sistema actual. El informe apunta que las medidas de apoyo para los hogares de bajos ingresos, como pueden ser las transferencias del Gobierno, suponen menores costes fiscales, expanden menos la demanda en un momento de alta inflación y podrían ajustarse mejor a la transición verde.

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