El último informe de la OCDE sobre «Perspectivas de las competencias 2017. Competencias y cadenas globales de valor» se ha presentado en Londres el pasado 4 de mayo. Queremos destacar a modo de conclusión que, según señala el informe, mejorar las competencias de los adultos puede ayudar a los países a beneficiarse de la globalización.
En los últimos 20 años el mundo ha entrado en una nueva fase de la globalización, que plantea a los países y a los trabajadores nuevos retos y oportunidades. Y es debido al auge de las nuevas tecnologías de la información, que la producción se ha globalizado y fragmentado con arreglo a las llamadas «cadenas de valor», en las que trabajadores de distintos países contribuyen al diseño, la producción, la comercialización y las ventas de los mismos productos.
En los países de la OCDE un tercio de los empleos del sector empresarial, como promedio, dependen de la demanda de países extranjeros. Un 30% del valor de las exportaciones de los países de la OCDE ahora procede del exterior. Los efectos de las cadenas de valor en las economías y las sociedades son más complejos, difusos e interdependientes que en fases anteriores de la globalización… Y la globalización se está poniendo en duda ahora.
Los países tienen que redoblar esfuerzos para hacer que la globalización beneficie a todos. Porque, en efecto, se revelan grandes diferencias en el grado en el que los países proveen a sus trabajadores de las competencias adecuadas para aprovechar la globalización de las cadenas productivas. Y el informe destaca diferencias enormes en las exportaciones según sea el nivel de competencias de los trabajadores de los países. Andreas Schleicher, Director de Educación y Competencias de la OCDE, al presentar el informe en Londres señaló que “Capacitar a los trabajadores con nuevas habilidades en áreas como la toma de decisiones reduciría también su vulnerabilidad al riesgo de sufrir una deslocalización.”
Esta publicación muestra en definitiva que, invirtiendo en las competencias de su población, los países pueden ayudar a asegurar que su participación en los mercados globales se traduzca en mejores resultados económicos y sociales.
Las competencias son importantes para la globalización
- Cuando el desarrollo de competencias se acompaña de participación en cadenas globales de valor, los países pueden lograr un mayor crecimiento de productividad.
- Para integrarse y crecer en los mercados globales, todas las industrias necesitan trabajadores que tengan no solo buenas aptitudes cognitivas (incluidos alfabetismo, nociones de cálculo aritmético y solución de problemas), sino competencias de administración y comunicación, así como disposición para aprender.
- Para especializarse en las industrias tecnológicamente más avanzadas, los países también necesitan: trabajadores con buenas aptitudes sociales y emocionales que complementen las habilidades cognitivas y trabajadores con certificaciones que reflejen de manera confiable sus capacidades.
Las competencias pueden ayudar a las personas a afrontar los posibles efectos negativos de las cadenas globales de valor
- Los países pueden reducir la exposición de los trabajadores al riesgo de la externalización, invirtiendo en el desarrollo de competencias de su población.
- Los países que participan más en las cadenas globales de valor experimentan una diferencia mayor en la calidad del empleo entre los trabajadores de mayor y menor nivel educativo.
- Más de 200 millones de adultos en países de la OCDE (alrededor de 1 de cada 4) tienen escasas aptitudes de alfabetismo y nociones de cálculo aritmético, y el 60% de ellos carecen de ambos tipos de competencias.
Las competencias han acompañado de distintas maneras la integración global de los países
- Durante los últimos 15 años, a partir de distintas posiciones iniciales, Corea y Polonia han aumentado su participación en cadenas globales de valor y su especialización en industrias de tecnología avanzada, al tiempo que han mejorado las competencias de su población y logrado ganancias económicas y sociales.
- Chile y Turquía han aumentado su participación en cadenas globales de valor, sin embargo sus competencias están mal alineadas con los requerimientos de las industrias de tecnología avanzada.
- Alemania y Estados Unidos también han aumentado su participación en cadenas globales de valor. No obstante las competencias de la población germana respaldan mejor las pautas de especialización industrial del país, lo que sucede en menor medida en Estados Unidos.
- Algunos países como Grecia y hasta un punto Bélgica, están mal integrados a las cadenas globales de valor, no han mejorado mucho las competencias de sus poblaciones y no se han beneficiado de estas cadenas como fuentes de crecimiento económico.
Implicaciones para las políticas públicas relacionadas con las competencias
- Dotar a los egresados de certificaciones confiables y buenas combinaciones de competencias relevantes.
- Quitar los obstáculos para el desarrollo adicional de las competencias.
- Usar las competencias de manera más eficaz.
- Fomentar la cooperación internacional en las políticas de competencias.
En definitiva, para cosechar los beneficios de las cadenas globales de valor, los países deben invertir en educación y capacitación, aprovechar más las competencias, coordinar mejor las políticas relacionadas con ellas -desde las políticas de educación y migración, hasta la legislación de protección del empleo- y alienar estas políticas con las de la industria y el comercio.