La OCDE dibuja una educación española que necesita aumentar el número de jóvenes con estudios superiores en la educación obligatoria (hasta 16 años), pues sólo el 72% de los estudiantes consigue el título de bachillerato o FP medio, 10 puntos menos que la media de la OCDE y 15 menos que la de la UE.
Las razones de esta situación la encuentra los expertos en que: «en España, como en Francia, Portugal o Bélgica, los programas son excesivos. Los profesores tienen que afrontar una serie de temas que difícilmente pueden exponerse a lo largo del curso».
Así mismo otro de los principales fallos es el escaso éxito de la formación profesional de Grado Medio. El porcentaje de alumnos que se titulan en bachillerato está casi en la media de la OCDE: 44% frente a 45%. Sin embargo, en la FP de Grado Medio el porcentaje es del 36%, 12 puntos por debajo.
En cuanto a los graduados en FP de Grado Superior (que es muy práctica y prestigiosa), España alcanza el 17%, ocho puntos por encima de la media. Así, en términos generales, España es uno de los países con mayor población con título superior entre los 25 y los 34 años (universidad y FP de grado Superior): el 40%, ocho puntos por encima de la media de la OCDE
España es el único país de la OCDE en el que los graduados superiores han perdido ventaja laboral en los últimos años. A pesar de que, evidentemente, un licenciado gana más que una persona con estudios más bajos, la facilidad para encontrar empleo y lo que gana es ahora más parecida que hace unos años entre ambos.
Entre las razones que los expertos de la OCDE encuentran a esta situación se encuentra la de la proliferación de los denominados contratos basura, el que no haya pasarelas claras entre la universidad y el mundo laboral además del gran número de titulados que busca empleo.
Finalmente todos estos datos vienen a recalcar que la educación española es una de las que gastan sus recursos de modo más ineficiente. Además de ser una de las que menos invierte en ello (en 2004 dedicó un 4,7% del PIB y la media de la OCDE era del 5,8%, además el porcentaje era bastante menos que el invertido en 1995: 5,3%)
A pesar de ello nos encontramos con un dato muy positivo: España es el país más igualitario del mundo, los resultados entre jóvenes de extracción humilde o inmigrantes no son sustancialmente distintos de los que obtienen los hijos de las clases altas. Es más, España es de los países analizados, el que mayor número de hijos de trabajadores consigue enviar a la universidad.