El pasado 2012 la “European Foundation for the improvement of living and working conditions”, presentó la enésima investigación sobre los NEETS (popularmente conocidos como Ninis en castellano) con el título de “Neets, características, costes y respuestas políticas en Europa 2012”.
Aunque sea un informe más cuyas conclusiones no difieran sustancialmente de otros presentados en este Blog, la gravedad del desempleo juvenil exige un recuerdo constante del problema y una llamada a realizar intervenciones inmediatas para evitar que los jóvenes pierdan el tren del empleo con las evidentes consecuencias sociales que esto supone. El informe aquí presentado hace especial hincapié en este punto: consecuencias sociales y económicas de este fenómeno para los Estados Europeos.
Nos recuerdan los autores de esta investigación que, en el campo de los Neets, los tradicionales indicadores del mercado laboral han resultado muy limitados. Mientras el término es fácilmente “capturable” desde un punto de vista estadístico, en realidad representa una población muy heterogenea que incluye subgrupos más o menos vulnerables, con diferentes características y necesidades.
Pero sí que hay una característica que les une: ninguno de ellos está acumulando el suficiente capital humano para desarrollarse en el mercado laboral. Ningún canal básico para su futuro desenvolvimiento profesional (educación, formación, empleo) les está aportando las competencias profesionales que necesitan para el éxito futuro.
Tenemos la sensación de escuchar las mismas alarmas una y otra vez pero el panorama cada vez es más desolador.
Lo que nos parece más relevante de este informe es el esfuerzo de contabilización de la pérdida económica que esto supone para Europa y que estiman en 153.000 millones de euros en 2011, es decir el 1,2 % del PIB de la Unión.
Pero la pérdida no es sólo una cuestión monetaria ¿cuáles son las implicaciones de esta situación para la cohesión democrática y la participación de la sociedad civil?
Ya se está observando, según los autores de este informe, como este “desenganche” social está llevando a algunos jóvenes a abandonar la participación civil (en las formas institucionalizadas de sufragio o participación política y sindical) y a tomar parte en formas extremas. Fenómeno que se da en la población juvenil general y en los Neets en particular.
Sin embargo, en mi opinión y en la de otros investigadores, esta nueva realidad de participación política de los jóvenes no sólo tiene que ver con las pocas posibilidades que el sistema les ofrece sino también por el descrédito de unas instituciones que están fallando a su misión de gestión pública y de solución de los problemas que preocupan a las personas.
Por otra parte, la canalización de las nuevas formas de participación política de las personas jóvenes puede ser un revulsivo para un sistema muy anquilosado, que está demostrando una y otra vez su inoperancia y necesidad de introducir procesos innovadores en la gestión política. Pero esto es ya tema para otro Post.
Volviendo al Informe de la“European Foundation for the improvement of living and working conditions”, el hecho de que los Neets supongan un grupo heterogéneo implica el desarrollo de políticas públicas diferenciadas y ajustadas.
En este informe se presentan algunas orientaciones sobre los programas, que según ellos más efectividad están teniendo como las “youth guarantees” y “appentriceship programmes”.
Este es el enlace al mencionado informe.