Los jóvenes europeos tienen que hacer frente a una serie de retos a la hora de transitar desde la educación y la formación al mercado laboral, muestran unas altas tasas de desempleo, mayores en la actualidad que anteriores generaciones, y a menudo se encuentran en una posición vulnerable en el mercado laboral, con salarios más bajos y altas tasas de temporalidad y empleo a tiempo parcial.
Estos son los datos recohidos en el informe del Observatorio Europeo de empleo «Medidas de empleo juvenil 2010». el documento señala, como lo han hecho otros organismos, que los jóvenes han sido uno de los grupos más duramente golpeados por la recesión económica. Además, ciertos grupos de jóvenes son más afectados y, por ejemplo, los de baja cualificación muestran la más alta tasa de desempleo y parecen ser particularmente expuestos, al desempleo en el actual clima económico.
La situación en los 33 países recorrida en este informe es diversa. algunas razones para esta situación de los jóvenes europeos en el mercado laboral son, por ejemplo, el desajuste entre las competencias ofertadas por la educación y la formación y aquellas requeridas por los empleadores, el impacto de la recesión económica en sectores que previamente ofrecían un trabajo de baja cualificación a los jóvenes, y también las tendencias demográficas.
A través de los países hay una variedad de políticas y medidas puestas en marcha para apoyar a los jóvenes a la hora de adquirir y mejorar competencias y habilidades que necesitan para acceder al mercado laboral, para prevenir el desempleo juvenil, y para apoyar a los jóvenes financieramente a través de los beneficios sociales. algunas políticas e iniciativas están dirigidas específicamente a los jóvenes, mientras otras se dirigen a un colectivo más amplio de trabajadores, aunque los jóvenes están participando como uno de los colectivos focalizados.
En términos de educación y políticas de formación, los países han puesto en marcha tanto medidas que incluyen esquemas de formación que supongan un puente para salvar el «gap» entre la educación y el mercado laboral, programas de formación especial para los jóvenes desempleados y escuelas de «segunda oportunidad». Iniciativas más amplias incluyen reformas generales en la escuela o en la formación profesional, incremento del número de plazas en la formación profesional e introducción de nuevos programas.
Las «youth guarantees», tanto para asegurar que todos los jóvenes están en un empleo, en educación o en activación, o para garantizar que hay plazas disponibles en ciertos tipos de educación o formación, se han puesto en marcha en varios países.
Las Políticas Activas del Mercado Laboral para los jóvenes ofrecen una provisión de información, consejo y orientación, hasta nuevos tipos de contrato. Incentivos para los empleadores para contratar jóvenes, casación de los buscadores de empleo con oportunidades laborales, creación de acuerdos regionales y experiencias de trabajo para jóvenes.
En términos de beneficios por desempleo, en muchos países no hay políticas especírficas para los jóvenes y étos reciben los mismos beneficios que los grupos de otras edades. esto significa que a menudo los jóvenes se encuentran sin prestaciones de desempleo porque no cumplen con el requisito de haber trabajado (y por tanto haber realizado contribuciones a las cajas de la seguridad social) por un cierto periodo de tiempo.
Con el objetivo de animar a las compañías a contratar jóvenes y crear empleos adicionales para ellos, un número de países ha introducido incentivos como subsidios a la contratación y reducción de los costes de la seguridad social. también se han dado pasos para mejorar la coordinación entre los diferentes agentes.
Para el futuro, el informe señala que se hace básico introducir evaluaciones regulares sobre la eficiencia de las políticas activas de empleo y mejorar la flexibilidad y eficiencia de los recursos en los servicios públicos de empleo. La estrategia para invertir en empleo juvenil debe basarse en los resultados de las evaluaciones de las intervenciones en el mercado laboral. Sin embargo, la evaluación de las medidas puestas en marcha no está a menudo disponible en un plazo breve de tiempo, haciendo dificil obtener ninguna conclusión real sobre el impacto que han tenido en el empleo juvenil. Es más, es importante tener en cuenta que el impacto de las medidas para el empleo de los jóvenes depende en gran medida del estado de la economía y, más particularmente, de la habilidad del mercado laboral para crear empleo.
Como muestran los datos, hay que seguir trabajando en el apoyo de los jóvenes para el logro de un empleo.