Alumnos y exalumnos cuentan su experiencia y expectativas laborales en el sector del metal
Cada vez más jóvenes de la Comunidad Autónoma del País Vasco apuestan por estudiar un Grado de Formación Profesional. Aproximadamente 42.000 estudiantes vascos se han apuntado o han estudiado ciclos industriales. Y una de las modalidades que ha cogido fuerza es la dual, en la que los estudiantes combinan la experiencia laboral con los estudios.
De acuerdo con el Instituto de Máquina Herramienta (IMH), ubicado en Elgoibar, el 100% de los alumnos de esta centro ha conseguido un puesto de trabajo. El IMH se ha convertido en un semillero del talento joven que apuesta para seguir sus estudios en este sector.
«El 100% del alumnado que ha egresado en 2017-2018 se encuentra trabajando. Teniendo en cuenta que al día siguiente de finalizar sus estudios el 84% continua trabajando en la empresa donde ha realizado la formación dual, un 2% continua estudiando, realizando otro ciclo formativo o una carrera universitaria», detalla Ixaka Egurbide, director del IMH.
Respecto a las especialidades, los jóvenes prefieren el sector industrial de fabricación mecánica, montaje y puesta a punto de equipos y diseño de desarrollo de proyectos mecánicos. Sin embargo, hay poca presencia femenina en las aulas. Solo el 8% que estudian en el IMH son mujeres.
Tres alumnos y exalumnos relatan sus expectativas y experiencia tras haber seguido ciclos formativos y grados de ingeniería en uno de los sectores con más demanda laboral.
Chantal Romeo
Alumna del Grado Diseño de Fabricación mecánica
Chantal Romeo tiene 28 años y es alumna del ciclo formativo de Grado Superior de Diseño de Fabricación mecánica. Aunque unos años atrás apostó por la arquitectura donde hizo la carrera en la Universidad Rovira i Virgili de Reus, pero después de seis años y a falta de terminar dos asignaturas, lo dejó. «Quería estudiar algo donde utilizar la creatividad, relacionado con el diseño, dibujo 3D. Le veía futuro a este ciclo al estar dirigido al ámbito industrial», explica.
Sobre si ha sido complicado seguir un estudio formativo en un sector mayoritariamente masculino, Chantal no ha visto mayor problema. «En mi caso no lo ha sido, en clase me he sentido muy a gusto aun siendo la única chica y académicamente el resultado dependía del esfuerzo y la iniciativa, no del género», cuenta. Además, considera que es un sector con mucho potencial para las mujeres. «Cada vez se está perdiendo el estigma de sector masculino, si se demuestran la capacidades necesarias ¿por qué no lograrlo?», señala.
Eñaut Salegi Aranberri
Exlumno de Mecatrónica industrial
Al terminar la ESO, Eñaut Salegi pensó seguir por una FP. Primero empezó en el grado medio de Mecanizado en el Instituto de Máquina Herramienta. Concluyó los estudios, pero ya había puesto los ojos en un grado de superior de Mecatrónica industrial y ahora se encuentra inmerso en un un curso de especialización relacionado con esta especialidad. «Creo que hay mucha demanda de montadores y trabajadores para puestas en marcha, y las mujeres pueden trabajar perfectamente en este sector. Ya hay presencia femenina», advierte.
En un sector un perfiles especializados, Eñaut sugiere que siempre es bueno estudiar lo que a uno le gusta, pero que también hay que mirar cómo está el mercado y las necesidades. Solo tiene 22 años y ya se encuentra trabajando en Danobat, una empresa ubicada en Elgoibar.
Amaiur Martinitz-Xil Beldarrain
Alumna de Grado dual en Ingeniería e Innovación de procesos y productos
Amaiur apostó por una formación dual, de forma que pueda obtener experiencia en una empresa mientras estudia. Actualmente se encuentra estudiando en la Escuela Universitaria de Ingeniería del IMH. «Puedes adquirir experiencia laboral con este modelo de formación. Además te da la oportunidad de ser más autosuficiente en el plano profesional cuando acabas la carrera».
Martinitz-Xil considera que es un sector amplio con mucha demanda laboral. «Considero que hay que dar una oportunidad a lo que realmente nos gusta. La demanda puede cambiar durante los años. Si tienes el mínimo para vivir, estar a gusto con el trabajo», señala.
Rubén Ruiz Roa
Alumno de Grado dual en Ingeniería en Innovación de procesos y productos
Rubén Ruiz Roa tiene 24 años. Empezó primero a estudiar el grado superior en Automatización y Robótica Industrial en Lea Artibai Ikastetxea (Markina-Xemein) y con la intención de completar su perfil profesional estudió otro grado superior en Mecatrónica Industrial en el mismo centro. Pero ya luego se animaría por un un ciclo de formación profesional dual en el IMH, por lo que cuando terminó el segundo semestre sus compañeros de trabajo le animaron a seguir estudiando; sin dudarlo escogió la carrera de ingeniería. «Me pareció que esta era la mejor opción. A día de hoy, no me arrepiento de haber tomado esta decisión», indica.
«Es verdad que no es frecuente ver a muchas chicas en este tipo de estudios, pero me parece que cada vez son más las que se animan y lo veo necesario», opina. Ruiz no cree en sectores dirigidos exclusivamente a hombres o a mujeres, por lo que sugiere romper los estereotipos asociados a este sector, ya que la diversidad aporta riqueza.
Jone Caneiro Arin
Exalumna de Grado dual en Ingeniería en Innovación de procesos y productos
«Después de bachiller hice una FP de mantenimiento industrial en la UGLE de Zumarraga. En esos momentos tenía muchas dudas acerca de lo que quería estudiar y elegí mantenimiento porque me gustaba la electrónica, la mecánica y el diseño», cuenta Jone.
Cuando terminó los módulos de esta formación, decidió seguir estudiando, pero esta vez lo tenía claro. La empresa donde realizó sus prácticas le ofreció seguir trabajando con ellos. En ese momento recordó de la propuesta académica del IMH y le propuso a la empresa continuar para poder estudiar la carrera de Ingeniería (dual).
¿Fue complicado estudiar esta carrera en la que mayoritariamente hay hombres? «La verdad es que nunca ha sido un problema el hecho de trabajar o estudiar mayormente con hombres. He tenido claro desde el principio que lo que quería era formarme en el ámbito tecnológico y no le he dado importancia al hecho de ser mujer. Siempre he hecho muy buenas relaciones con mis compañeros y salgo con grandes amistades tanto de la Escuela de Ingeniería Dual del IMH como de UGLE», sostiene.
A Jone siempre le ha gustado la arquitectura, al inicio era uno de sus opciones ganadores para decidir qué estudios cursos, pero en aquel momento tenía muy pocas salidas y lo descartó porque su objetivo principal a la hora de estudiar era conseguir un futuro empleo. «Realmente no sé si en estos momentos tendría trabajo si hubiese elegido estudiar arquitectura, pero me alegro mucho de la decisión que tomé», agrega.