Soplan nuevos aires en la lista de las 100 “personas más influentes en el mundo” que publica la revista TIME desde 2004. “Se ha convertido en un cliché decir que vivimos en una era de cambio constante y transformador”, escribe Richard Stengel, Director de Redacción en su editorial bajo el título “The Democratizacion of Influence”. La influencia en el buen sentido o en el mal sentido. En la lista dominaban siempre líderes políticos y sociales y otros personajes mediáticos. La transformación de la influencia más clara viene por los medios sociales. “Lo que los medios sociales han hecho es concienciarnos de lo que está pasando, y ofrecer una nueva vía para organizar la oposición” afirma Stengel, citando el ejemplo de los posts de Wael Ghomin en Facebook, que ayudaron a encender la mecha de la revolución egipcia. En este sentido es natural que entre nombres sonantes como Michele y Barack Obama, Ángela Merkel, Nicolas Sarkozy y otros, figura también Mark Zuckerberg, “padre de Facebook” con tan solo 26 años, que ya fue elegido “persona del año 2010” por TIME.
Más sorprendente y novedoso sin embargo ha sido la inclusión en la lista de la tenista Kim Clijsters, no por su palmarés deportivo pero por “equilibrar el deporte, la maternidad y la victoria con gracia”, según titula Martina Navratilova, la mejor tenista de todos los tiempos, su artículo sobre Clijsters en la revista. En el año 2007, a los 23 años y estando en la cumbre mundial del tenis profesional, lo abandonó para casarse y fundar una familia. Tras dos años de ausencia volvió, y en septiembre de 2009 ya ganó el Abierto de Estados Unidos en Nueva York. Volvió a ganarlo en 2010, barriendo de la pista central de Flushing Meadows a la rusa Vera Zvonareva en 59 minutos. Al acabar el partido trepó por las gradas para besar a su marido Bryan y bajó de nuevo a la pista con su hija Jada, ya con dos años cumplidos, para compartir la copa con ella (ver aquí). Además, en octubre 2010 había ganado de nuevo el torneo de los Masters y había subido al puesto número uno en el ranking mundial. En enero de 2011 ganó también el Abierto de Australia, país donde es muy querida y le llaman “Aussie Kim”.
Kim Clijsters en el US Open de 2010 (Foto de Edwin Martínez, Wikipedia)
“Es cierto que es más fácil conciliar el trabajo y la familia cuando ganas un montón de dinero”, escribe Martina Navratilova, “pero Kim ha convertido esta conciliación en una forma de arte“. Y hace como todo el mundo, haciendo compras en el supermercado, como se puede ver en este video. “Ha mantenido los pies en la tierra y sabe que sus aptitudes tenísticas solas no hacen de ella una gran persona”, dice Martina Navratilova, que ha ganado ella misma 59 títulos del Grand Slam, “cuando se presenta una oportunidad a los jugadores de hacer algo benéfico, ella es la primera de suscribirlo.” Lo hizo por ejemplo participando en un torneo de exhibición en Brisbane, Australia, a favor de las víctimas de las inundaciones de Queensland (ver aquí). Y no es el único ejemplo.