Centrándonos en el objeto de Estudio de este Informe (cuya primera entrada podéis ver aquí) sobre el ajuste/desajuste entre la estructura de ocupaciones y el nivel educativo, apuntan que la mayoría de los trabajadores más cualificados (titulados universitarios) se concentran en ocupaciones de acuerdo a su nivel de formación, (72´5% aproximadamente) situándose por encima de la media española (59%) pero por debajo de la media de la OCDE (79%).
Otro dato de relevancia es que el 61´1% de los trabajadores que trabajan en la categoría de Dirección de las empresas y de las administraciones públicas y el 62,2% de los trabajadores cualificados que trabajan como técnicos y profesionales de apoyo no tiene titulación universitaria.
Pero lo que más destaca es que en la categoría de dirección de las empresas y de la Administración pública, el % de universitarios se sitúa en el 9`4.
Finalmente un 18% de titulados se ocupan en puestos de menor nivel de cualificación.
Para los autores de este informe, son cuatro los ejes a abordar para una apropiada adecuación entre el sistema de educación y el sistema socioeconómico:
– El desarrollo de competencias básicas y profesionales.
– El sistema de transferencia de Información en materia de evolución del empleo y de cualificaciones (Observatorio para el empleo).
– Formación Flexible y accesible.
– La actualización rápida de títulos y de cualificaciones.
Nos recuerdan que la adecuación del Sistema Educativo a la cambiante realidad socioeconómica es, a la vez, una necesidad y una exigencia de la Sociedad. Sin embargo si bien la adecuación es una necesidad y una exigencia, este informe nos recuerda que la educación tiene un objetivo que excede el de la empleabilidad y unos “tempos” diferentes al que requiere el mercado de trabajo; y que por ello y en sentido general, el ajuste simple y perfecto entre educación y empleo resulta una tarea muy difícil y complicada.
En cualquier caso, hay que evitar la paradoja de que haya personas en situación de desempleo y a la vez, necesidades insatisfechas de incorporar a trabajadores preparados.
Queremos terminar esta entrada presentando el Decálogo de propuestas de mejora para aumentar la eficiencia del Sistema Educativo, que se nos ofrece desde el CES:
1. Aumentar la relación entre Centros de Formación y Universidades con el entorno socio-económico y potenciar la Orientación integral (para la formación y para el empleo)muy basada en la realidad.
2. Eficacia del Sistema de Transferencia de Información (Observatorio para el empleo) y la prospectiva que el mismo realice.
3. Reducir el porcentaje de población con bajos niveles de cualificación e incrementar el de los niveles secundarios post-obligatorios; lo que conllevará, a su vez, la necesidad de diversificar y flexibilizar los itinerarios formativos y las pasarelas entre trabajo y formación.
4. Reducir la inadecuación, el fracaso y el abandono escolar.
5. Potenciar las competencias básicas y profesionales y completar la formación con fórmulas tipo Formación en el Centro de Trabajo que permitan disponer de personas con las competencias básicas necesarias para encajar con rapidez en un primer empleo y adaptarse con facilidad ante situaciones cambiantes.
6. Potenciar las especialidades técnicas y científicas y tener en cuenta el carácter multidisciplinar de muchas áreas de conocimiento.
7. Primar el aprendizaje de idiomas extranjeros.
8. Potenciar la Formación para el empleo (continua y ocupacional) flexible y accesible, basada en necesidades reales del sistema económico.
9. Simplificar y agilizar el mecanismo actual de identificación y reconocimiento de cualificaciones para dar respuesta (proactiva y/o reactiva) a las necesidades competenciales del mercado de trabajo.
10. Y finalmente, reflexión – respuesta sobre el sistema universitario y ciertas demandas presentes y futuras.