La nota optimista la da el comunicado de prensa del Foro Económico Mundial, hoy 30 de enero 2011, al finalizar el Foro en Davos: “una nota de esperanza, progreso y optimismo”, aclara. En este último día los co-presidentes del Foro comparten este optimismo esperando que la economía global crecerá, pero no sin alguna volatilidad. “No hemos caído del acantilado, y hay crecimiento en todo el mundo”, dijo Paul Bulcke, consejero Delegado de Nestlé. Con lo que está de acuerdo Wei Jiafu, Presidente de China Ocean Shipping Group Co.
Sin embargo, los desafíos se mantienen. Los líderes europeos han asumido la “tarea de Hércules de adoptar todos estos cambios en respuesta a la crisis soberana del endeudamiento”, dijo Jacob Wallenberg, Presidente de Investor AB (Suecia). En particular la alimentación y la inflación de los precios de las commodities siguen siendo puntos de preocupación. “La investigación y desarrollo para la industria agrícola es muy importante”, sugirió Yorihiko Kojima, Presidente de la Mitsubishi Corporation de Japón. En este contexto el Presidente de Indonesia, Susilo Bambang Yudhoyono, alertaba sobre los recientes aumentos de precio de los alimentos y de la energía, porque altos precios de los alimentos impactan en la inflación y en la pobreza, y podrían conducir a desordenes sociales y políticos.
Para consolidar las ganancias deben emerger estrategias para afrontar las crisis persistentes. Chanda Kochhar, Director y Consejero Delegado de ICICI Bank (India) advirtió que solo conseguiremos que el crecimiento sea sostenible, “si hacemos que nuestro crecimiento sea inclusivo.”
Tampoco desbordaba de optimismo el Presidente de la Federación Rusa, Dimitri Medvedev, un país que hace pocos días había sufrido un ataque terrorista, quien advertía que “todos nuestros esfuerzo para continuar desarrollando la economía mundial no servirán para nada si fallamos en derrotar el terrorismo, el extremismo y la intolerancia, si fallamos en erradicar entre todos estos males que son el mayor peligro para la humanidad”. Recalcaba sin embargo su compromiso de apertura y para el desarrollo tecnológico y la importancia de atraer talento a Rusia.
Por su parte el Presidente francés, Nicolas Sarkozy, se centraba en los esfuerzos para mantener la estabilidad del euro, porque según dijo, el euro era una parte integral de la identidad europea u del impulso para la unidad y la cooperación en el continente que ha asegurada la paz y ha convertido a antiguos enemigos en amigos cercanos.
David Cameron, Primer Ministro del Reino Unido, hacía un llamamiento al optimismo para el futuro de Europa y dijo que un cambio de rumbo es necesario. Pedía una “aproximación fuerte y transparente” para reforzar el mercado único de la UE…”
La Cancillera alemana, Angela Merkel, advertía a los participantes contra las complacencias con respecto a los riesgos de una nueva crisis financiera, diciendo que todos los mecanismos internacionales, necesarios para prevenir otra quiebra, todavía no están presentes. Confirmó su firmeza en defender el euro.
Hace falta una “revolución” urgente en el pensamiento y en la política, insistía el Secretario General de la ONU, Ban Ki-moon, para lograr un crecimiento económico sostenible que al mismo tiempo sea capaz, tanto de proteger el medio ambiente como aumentar los estándares de vida.
El Foro Económico Mundial, conjuntamente con una coalición de empresas, gobiernos y agricultores, lanzó una estrategia para aumentar de manera significante la producción de alimentos, manteniendo los recursos medioambientales y favoreciendo el crecimiento económico, apoyada en soluciones basadas en el mercado.
Necesitaremos líderes de talla para que se materialicen las esperanzas. Líderes capaces de cooperar y de conseguir entre todos que no sean siempre los mismos que paguen por los platos rotos, porque siempre hay quien saca provecho de una crisis para enriquecerse a costa de los demás. Vivir en el lujo nunca es dar el buen ejemplo, pero es inmoral cuando hay tanto parado, tanta pobreza, tanto hambre.