Un artículo de Ana Díaz Álvarez. Icaro Think Tank, publicado en Deia el 22/07/2012
Invertir en el futuro es una
de las primeras lecciones que a todos nos han enseñado desde pequeños. ¿Quién
no ha dicho en su infancia: “No quiero estudiar, o no quiero ir a la
escuela más”…? ¿Y a quién no le han respondido con un … “hay que estudiar para
ser alguien el día de mañana” “… tienes que labrarte un futuro mejor”?; ¿quién
no ha escuchado alguna vez eso de “es
más listo que el hambre”? y es que todas estas frases nos enseñan un conocimiento ya antiguo pero de
gran actualidad en el que la necesidad, el saber, el saber hacer, la educación,
y visión a largo plazo generan innovación y mejoran el futuro.
de las primeras lecciones que a todos nos han enseñado desde pequeños. ¿Quién
no ha dicho en su infancia: “No quiero estudiar, o no quiero ir a la
escuela más”…? ¿Y a quién no le han respondido con un … “hay que estudiar para
ser alguien el día de mañana” “… tienes que labrarte un futuro mejor”?; ¿quién
no ha escuchado alguna vez eso de “es
más listo que el hambre”? y es que todas estas frases nos enseñan un conocimiento ya antiguo pero de
gran actualidad en el que la necesidad, el saber, el saber hacer, la educación,
y visión a largo plazo generan innovación y mejoran el futuro.
¿Nos podemos permitir hoy el
lujo de no pensar en el futuro y de no invertir en él? Rotundamente, NO.
lujo de no pensar en el futuro y de no invertir en él? Rotundamente, NO.
Invertir en educación como
lo hicieron nuestros padres ha promovido que la nuestra, fuera una de las
generaciones mejor formadas. Debemos agradecer la inversión que hicieron no sin
grandes sacrificios y austeridad en otros ámbitos domésticos. Otra enseñanza
que nos dieron: invertir de forma inteligente en unas cosas y ahorrar en otras
significa administrar bien el gasto disponible.
lo hicieron nuestros padres ha promovido que la nuestra, fuera una de las
generaciones mejor formadas. Debemos agradecer la inversión que hicieron no sin
grandes sacrificios y austeridad en otros ámbitos domésticos. Otra enseñanza
que nos dieron: invertir de forma inteligente en unas cosas y ahorrar en otras
significa administrar bien el gasto disponible.
Sin embargo esta visión de
futuro parece haberse esfumado por completo de las prioridades de las agendas
políticas hoy día, que parecen más preocupadas por responder a criterios de mercado
con medidas de austeridad que a responsabilizarse de proponer líneas de
inversión que ayuden a regenerar el país con nuevos sectores de actividad
estratégicos sobre los que fundamentar un nuevo orden económico y crear nuevos empleos. No nos podemos
permitir el lujo de NO INVERTIR en el futuro. La inversión selectiva hoy más
que nunca es necesaria, es estratégica, es urgente.
futuro parece haberse esfumado por completo de las prioridades de las agendas
políticas hoy día, que parecen más preocupadas por responder a criterios de mercado
con medidas de austeridad que a responsabilizarse de proponer líneas de
inversión que ayuden a regenerar el país con nuevos sectores de actividad
estratégicos sobre los que fundamentar un nuevo orden económico y crear nuevos empleos. No nos podemos
permitir el lujo de NO INVERTIR en el futuro. La inversión selectiva hoy más
que nunca es necesaria, es estratégica, es urgente.
La inversión debe tener ante
todo un objetivo claro. En este caso sería identificar de forma explícita,
desde una base experta y cualificada, cuáles son los nuevos ámbitos económicos que
se necesitan impulsar en nuestro país y qué competencias y modos de trabajo requerirán.
Algunos claros ejemplos que ya se conocen son: energías renovables, sector
socio-sanitario, socio-comunitario, biotecnologías, tecnología social, arquitectura
e ingenierías sostenibles y un largo etc. Todo ello unido a nuevos modos de trabajo, a la calidad, al trabajo en equipos.
todo un objetivo claro. En este caso sería identificar de forma explícita,
desde una base experta y cualificada, cuáles son los nuevos ámbitos económicos que
se necesitan impulsar en nuestro país y qué competencias y modos de trabajo requerirán.
Algunos claros ejemplos que ya se conocen son: energías renovables, sector
socio-sanitario, socio-comunitario, biotecnologías, tecnología social, arquitectura
e ingenierías sostenibles y un largo etc. Todo ello unido a nuevos modos de trabajo, a la calidad, al trabajo en equipos.
También existe un gran impulso
estratégico en Ciencia y Tecnología, marcado desde la UE, que deberá desplegarse en los Estados Miembros
para incrementar el interés de los jóvenes hacia estas áreas de futuro en donde
se podrá desarrollar Investigación aplicada y generar entornos competitivos a
nivel mundial .
estratégico en Ciencia y Tecnología, marcado desde la UE, que deberá desplegarse en los Estados Miembros
para incrementar el interés de los jóvenes hacia estas áreas de futuro en donde
se podrá desarrollar Investigación aplicada y generar entornos competitivos a
nivel mundial .
El gobierno central, los
autonómicos, tienen ahora la obligación de apoyar con todos sus medios
programas de inversión público/privada destinados a identificar los principales
ámbitos de futuro que son parte de su competencia política y estén vinculados a
la Estrategia Europea 2020. Hay que invertir para que una vez identificados
esos ámbitos, podamos identificar qué competencias se van a requerir y cómo debemos
crearlas desde todos los niveles y grados del sistema educativo obligatorio, FP
y universitario, o en los programas de
formación continua; es necesario flexibilizar los sistemas educativos para adaptarse
a esta nueva realidad. Hay que invertir en programas de formación práctica en
las empresas que ayuden a los jóvenes con esas nuevas competencias a ir entrando
en el mercado laboral.
autonómicos, tienen ahora la obligación de apoyar con todos sus medios
programas de inversión público/privada destinados a identificar los principales
ámbitos de futuro que son parte de su competencia política y estén vinculados a
la Estrategia Europea 2020. Hay que invertir para que una vez identificados
esos ámbitos, podamos identificar qué competencias se van a requerir y cómo debemos
crearlas desde todos los niveles y grados del sistema educativo obligatorio, FP
y universitario, o en los programas de
formación continua; es necesario flexibilizar los sistemas educativos para adaptarse
a esta nueva realidad. Hay que invertir en programas de formación práctica en
las empresas que ayuden a los jóvenes con esas nuevas competencias a ir entrando
en el mercado laboral.
Hay que invertir en innovar,
en cambiar para salir adelante y construir un futuro a medio y largo plazo con
el compromiso responsable de todos, empezando por los Estados Miembros sobre
las decisiones Europeas que ya existen en esta materia, de las autoridades
regionales y locales y la sociedad civil en general, empresas, sindicatos,
organizaciones no lucrativas y ciudadanos particulares.
en cambiar para salir adelante y construir un futuro a medio y largo plazo con
el compromiso responsable de todos, empezando por los Estados Miembros sobre
las decisiones Europeas que ya existen en esta materia, de las autoridades
regionales y locales y la sociedad civil en general, empresas, sindicatos,
organizaciones no lucrativas y ciudadanos particulares.
Hay que invertir para lograr
consensos y diálogo social en torno a una visión compartida, sin la cual no
podremos avanzar.
consensos y diálogo social en torno a una visión compartida, sin la cual no
podremos avanzar.
Lo bueno de la crisis es
que no te deja otra alternativa que la de innovar para salir de ella. Desde
Fundación Novia Salcedo e ICARO Think-Tank llevamos un largo recorrido
trabajando con este objetivo pensando en un escenario 2050 que genere
un movimiento hacia adelante positivo y
humano. Es el momento.
Hola, tan necesario como complicado el artículo y contenido "tenemos una sociedad que hasta ahora no se preocupó demasiado por su futuro" un esfuerzo de conciencia colectiva en la innovación, renovarse inmersos en Europa y el mundo, un compromiso social fuerte…