El Día Mundial de las Habilidades de la Juventud 2020 tiene lugar este año en un contexto particularmente especial. La pandemia mundial de COVID-19 ha obligado a adoptar medidas como el cierre de instituciones educativas y de formación técnica y profesional, priorizando en cambio la formación a distancia. A pesar de esto, se espera que la enseñanza y formación técnica y profesional (EFTP) ayude a los jóvenes a desarrollar las competencias que necesitarán para sus futuros empleos.
Entre los múltiples efectos inesperados de la situación, hay uno que ha cobrado especial relevancia: la necesidad de potenciar la competencia digital de quienes acceden al mercado d trabajo. La Universidad de Mondragón define la competencia digital como «el uso crítico y seguro de las Tecnologías de la Sociedad de la Información para el trabajo, el ocio y la comunicación». Esto supone que hay un conjunto de conocimientos, habilidades y estrategias que es necesario para el uso de los medios digitales y de las tecnologías de información y comunicación.
La propia Universidad de Mondragón identifica cinco grandes áreas en torno a las cuales desarrollar las competencias digitales: la información, la alfabetización informacional y el tratamiento de datos, la comunicación y colaboración, la creación de contenido digital, la seguridad y, por último, la resolución de problemas. Trabajando en estas cinco áreas, se pretende dar a los jóvenes las herramientas necesarias para actuar en entornos y mercados laborales cambiantes, donde la capacidad de adaptación cada vez se valora más.
Por otra parte, y de nuevo mirando hacia el futuro, cada vez es más evidente que las capacidades de los jóvenes tienen que ir encaminadas a favorecer la transición hacia una economía verde. Las grandes instituciones a nivel mundial están apostando cada vez más por poner en marcha un modelo productivo que no genere efectos nocivos en el medio ambiente, y los jóvenes necesitan encajar en ese nuevo modelo. La Comisión Europea, por ejemplo, ya presentó hace tiempo el Pacto Verde Europeo, una hoja de ruta para hacer que la economía de la UE sea sostenible en un futuro no muy lejano. La idea de este pacto es hacerse cargo de los múltiples retos climáticos, convirtiéndolos de paso en una oportunidad de realizar una transición integradora y justa.
El Pacto Verde Europeo detalla una serie de acciones necesarias para llevar a cabo esta transición. El objetivo es utilizar los recursos eficientemente, dando paso a una economía circular y limpia, donde se reduzcan la contaminación o la pérdida de biodiversidad, entre otros. Además, el pacto describe las inversiones que serán necesarias para cambiar el modelo, así como las posibilidades de financiación que se facilitarán. A pesar de que hay una serie de sectores clave para el cambio de modelo (el transporte, la energía, la agricultura y la industria), la idea es abarcar todos los sectores de la economía de una u otra manera.
Queda claro, por lo tanto, aunque la situación sea extraordinaria, el Día Mundial de las Habilidades de la Juventud sirve para visibilizar temas que serán clave en nuestro futuro colectivo. La competencia digital y el impulso de la economía verde y circular son dos aspectos que, tratados con la seriedad que merecen, pueden convertirse en la oportunidad ideal para un gran número de jóvenes hasta ahora expulsados del mercado laboral