El aprendizaje no termina en las aulas. Al finalizar los estudios, incluso en paralelo, la mayoría de estudiantes opta por un periodo de prácticas dentro de una empresa. Se trata de un entrenamiento en el que dedican una jornada reducida de trabajo para poner en práctica lo aprendido durante su formación universitaria. Durante este tiempo, aparece la figura del tutor como director de orquesta para su primer contacto con el mundo laboral. A continuación, dos coordinadores y tutores de prácticas de reconocidas empresas valoran el ingreso de los jóvenes.
Javier Fernández es coordinador de Recursos Humanos en Versa Home. Una empresa con más de 70 años de historia en Bilbao, dedicada al diseño y comercialización de artículos para el hogar y la decoración. Actualmente, la empresa ha incorporado a un becario entre sus filas, y a lo largo de su trayectoria muchos de ellos se han integrado en la plantilla laboral. Fernández señala que «la beca es una oportunidad y herramienta para tener un primer contacto con el mundo laboral; es un método que funciona, pero es algo que creo se está transformando».
«Los jóvenes titulados aportan mucho», indica. Y lo hacen por sus conocimientos y capacidades, y porque de una manera no intencionada, permiten a la empresa aprender de ellos. «Son un punto de contacto con la realidad social que rodea a la empresa. La empresa está aprendiendo de sus expectativas, sus valores, y de sus “maneras”».
¿Cómo es la integración del becario en la organización?
En el caso de Versa Home lo tenemos fácil a priori. Somos una empresa con una plantilla de unas 30 personas, en la que las relaciones entre las personas son fáciles. Normalmente el tutor es el responsable del departamento y tiene trato directo con el joven y conocimiento al detalle de lo que pasa en el departamento. Esto hace que en todo momento conozca cuál es la marcha del becario, apoyándose también en reuniones personales con ellos. Además se busca que la experiencia sea más productiva con la oportunidad de formar parte de equipos de trabajo.
¿Qué papel desempeña como tutor?
Mi rol es de coordinación y apoyo a la labor de los tutores. Entre las funciones que se realizan son en primer lugar, la definición del perfil de la persona a incorporar mediante la beca. Luego la planificación y supervisión de la formación interna necesaria para el desarrollo de su trabajo en el departamento. En todo momento se supervisa su inclusión en equipos de trabajo. En el transcurso de la beca valoramos el feedback sobre su experiencia.
¿Cuáles son las recomendaciones para los jóvenes en prácticas?
Que valoren positivamente la oportunidad de tener contacto con la realidad de una empresa.
Que le den importancia a la idea de progresión en su carrera profesional. Viene bien conocer aspectos básicos para luego profundizar en asuntos más relevantes.
Que consideren la innovación como un aspecto clave tanto para su desarrollo individual como para su aportación en el mundo laboral.
Que valoren las capacidades de personas de otras generaciones anteriores con las que convivan en la empresa.
Que entiendan que el seguir aprendiendo es una buena fuente de motivación.
Iratxe Marián Lavesa, es arquitecta y socia fundadora de Mapa, un taller de diseño y Arquitectura Sociedad Cooperativa Pequeña. Aunque la experiencia como tutora de prácticas en Novia Salcedo es reciente, ha sido tutora de prácticas voluntarias y obligatorias en la Escuela Técnica Superior de Arquitectura y otros centros de estudios desde hace más de cuatro años. También ha participado como mentora en el programa Mentoring de la UPV/EHU con alumnos graduados que desean orientar su vida laboral. «Hace unos meses una persona ha participado como becaria. Actualmente va a continuar sus estudios con el máster habilitante de arquitectura. Más adelante cuando termine retomaremos la posibilidad de trabajar o colaborar con la empresa», cuenta.
¿Cómo ha sido la experiencia en todo este tiempo?
Ser tutora de una persona en prácticas, sin duda es una responsabilidad, pero a la vez es una experiencia enriquecedora. Es una oportunidad de poder acompañar a una persona en su introducción al mundo laboral, de aprender con ella, de contrastar el día a día con una visión más joven y desde otras experiencias. Creo que es positiva para ambas partes. Desde el primer momento la persona en prácticas ha estado involucrada en el día a día de la empresa, en el café de media mañana, en reuniones con clientes, en visitas de obra, en reuniones internas de organización e incluso en otras más estratégicas.
¿Cuáles son sus funciones como tutora?
El papel fundamental es el de acompañar, para ello hay que desarrollar una escucha activa que ayude a detectar las necesidades y las sensaciones de la otra persona, ser crítica con una misma para ver cómo podemos mejorar día a día, y propiciar espacios para el diálogo y el contraste. Y luego ya, enseñar cuestiones más relacionadas con la profesión y el trabajo diario, pero eso es la parte más fácil.
¿Cuáles son las recomendaciones para los jóvenes en prácticas?
Creo que lo más importante cuando se está de prácticas es la actitud que se tiene ante esa situación y aprovechar el camino. A veces, se realizan unas prácticas persiguiendo un fin determinado, como mejorar el curriculum o ser contratado o cumplir expediente. Pero lo más importante es lo que pasa en el durante. Para ello hay que estar abierto a aprender, y no solo cuestiones relacionadas con lo laboral, si no absorber todo lo que pasa alrededor, dejar a un lado el rol de “estudiante de clase” y mostrar proactividad y ganas de superarse. Estar abierto al feedback de las personas con las que compartes el espacio de trabajo, en especial del tutor de prácticas. Tener una actitud autocrítica y verlo como una oportunidad de mejora.
Desde Fundación Novia Salcedo reforzamos la figura del tutor, ya que de él depende el éxito de la beca y que el joven aproveche al máximo. En ese sentido, ha creado una Escuela de tutores NSF por la que deberán pasar todas las empresas que quieran contar con jóvenes en prácticas. El objetivo es que los tutores reciban un entrenamiento en las tareas a llevar a cabo durante la práctica, como acogida, motivación, planificación de actividades, cierre o resolución de conflictos, a través de cuatro módulos formativos con una duración de cuatro horas cada uno.