Desde que en Septiembre de 2015 los 193 Estados miembros de las Naciones Unidas adoptaron un plan con el objetivo de lograr un mejor futuro para todos -que contemple acabar con la pobreza extrema, luchar contra la desigualdad e injusticia y proteger nuestro planeta-, en el corazón de la Agenda 2030 se encuentran los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) que abordan los desafíos más importantes en materia económica, social, medioambiental y de gobierno.
Los ODS brindan una aspiración poderosa para mejorar nuestro planeta y establecen adónde debemos ir colectivamente y cómo llegar hasta ahí. Es por eso que el negocio y la inversión responsable serán esenciales para lograr esta transformación. Para ello, el Pacto Mundial de Naciones Unidas o UN Global Compact (en inglés) solicita que las empresas primero hagan negocios de manera responsable y después encuentren oportunidades para resolver los desafíos sociales mediante la innovación y colaboración comercial, con el objetivo de no empeorar los problemas de nuestro mundo, sino por el contrario, tratar de mejorarlos.
El UN Global Compact pide a las empresas que adopten, apoyen y promulguen -dentro de su esfera de influencia- un conjunto de valores fundamentales resumidos en Diez Principios en materia de derechos humanos, trabajo, medio ambiente y anti-corrupción, que gozan de consenso universal y se derivan de declaraciones universalmente aceptadas:
La Declaración Universal de los Derechos Humanos
Si todas las empresas tomasen medidas fundamentales para respetar los derechos del empleado, no contaminar la tierra, el mar ni el aire, y negarse al soborno y la extorsión, haríamos un enorme progreso hacia el logro de los ODS.
El respeto de los Diez Principios en todas las operaciones comerciales y las cadenas de suministro es un punto de partida para cualquier empresa que desee participar en los ODS de las Naciones Unidas. Los Diez Principios de UN Global Compact aportan un idioma universal para expresar la responsabilidad corporativa, entendido e interpretado a nivel mundial por más de 8.000 empresas, así como también un marco de trabajo que sirva de guía para todas las empresas, sea cual sea su envergadura, complejidad o ubicación. Los Diez Principios ofrecen elementos comunes para los socios, un código moral para los empleadores y una medida de responsabilidad para los críticos.
Exigirá mucha buena voluntad y disposición de las empresas. El proceso es muy lento. Han pasado ya 24 años desde que empezó en 1992 en Rio de Janeiro. Exige mucha responsabilidad social de las empresas. Hace muy poco tiempo vimos el escándalo del trucaje de los motores diesel… Pero estamos también los ciudadanos… ¿A cuantos conductores de automóviles les importa realmente lo que emite su vehículo? ¿Se preocupan de usar el coche y de conducir de una manera responsable? Muchísimos conductores solo respetan los límites de velocidad cuando se acercan a un radar. Las señales de limitación de velocidad son meros "adornos" y para algunos (?) fijados para molestar al conductor que considera que él debe decidir de la velocidad, y que los radares están allí como "afán recaudador". También la sociedad debe cambiar el "chip" y no solo las empresas. Falta educación social y medio ambiental.