En Dinero y Empleo, economía trabajo y ahorro e inversión, de Infoempleo, el suplemento que viene con El Correo, he leído este domingo 6 de marzo un artículo de Sergio Muñoz con el significante título: “Cuando tener demasiada cualificación puede ser un problema”. Y el subtítulo es aún más explicito: “Elevadas tasa de paro unidas a una alta preparación pueden dar lugar a ‘aberraciones laborales’, como la de empobrecer el currículum para acceder a un empleo”. Habla de una cifra de 9,4% de paro entre los titulados superiores. El periodista habló con Susana Sousa directora en Adecco quien considera que este porcentaje es todavía pequeño y recomienda que el currículum hay que escribirlo con honestidad. Esto último es evidente. A la pregunta ¿por qué los encargados de la selección rechazan en ocasiones a los empleados con más formación que la necesaria para el puesto? (en el supuesto que no han “inflado” su currículum). Sergio Muñoz argumenta que es porque piensan que la fidelidad del empleado puede ser menor y cita a Susana Sousa: “Lo que pueden pensar los empleadores es que va a haber rotación; si encuentran un puesto mejor, dejarán éste, no sin cierta razón.” Evidentemente, esto ocurre cuando el empresario no dispone de puestos mejores. Pero está un en contradicción con la exigencia del empresario de “flexibilidad” del empleo…
Santiago Niño-Becerra, Catedrático de Estructura Económica de Facultad de Economía IQS, Universidad Ramon Llull, llamó a la ‘sobrecualificación’ “un concepto absolutamente brutal”. Lo leí en un artículo del pasado mes de octubre en la página web La Carta de la Bolsa del periodista experto financiero Moisés Romero. Le cito: “Pocas explicaciones son necesarias ante tal vocablo: exceso de cualificación: demasiada cualificación, cualificación excesiva,… y sus derivaciones: formación excedente, sobreformación,… ¡Tremendo! ‘Sabe, no voy a contratarle porque tiene Ud. una cualificación excesiva para el puesto, y como las condiciones laborales y profesionales de este puesto son las que son en base al puesto, Ud., a la que encuentre otra cosa más en línea con su cualificación se va a largar’. No se dice eso exactamente así, pero casi… Eso sucede, más de lo que creemos, la pregunta es, ¿por qué se dan estas situaciones?” El catedrático dice que esto ocurre debido a un desequilibrio creado entre la educación superior y la titulación media de formación profesional. Que hay pocos titulados medios y muchos superiores.
¿La raíz del problema? ¿Porqué un país como Alemania no tiene el problema de un exceso de titulados superiores? Alemania puede competir con China a pesar de sus altos salarios y aunque fabrica ciertos productos en China, pero los productos de alto contenido tecnológico y de alto valor añadido los fabrica en Alemania. Y por esto Alemania está tan necesitada de titulados superiores, y hasta necesita importarlos. Y por esto Alemania apenas ha notado la crisis, porque sus industriales, gigantes como BASF, Bayer, Siemens, etc., se han reforzado gracias a la investigación. Alemania ha aumentado los presupuestos en I+D, cuando otros países lo han reducido. No se puede fomentar la alta cualificación si luego no se la puede aprovechar.
En España con un 90% de pequeñas y medianas empresas y con muy pocas grandes empresas intensivas en tecnología se necesita más titulados medios que superiores. Si luego sabemos que la economía española está basada en la construcción, el turismo y la hostelería, que son los primeros en sufrir la crisis, no tenemos que extrañarnos de lo que pasa.
Si queremos que los jóvenes tengan una alta cualificación, hay aplicar al mismo tiempo políticas que promuevan un cambio en el tejido industrial y que aumenten el nivel y el tamaño de las empresas. Una Pyme sola difícilmente puede mantener un centro de investigación. Varias Pymes juntas quizás podrían y aunque no podrían, existe la posibilidad de aliarse con una universidad. No tiene que ser sola la universidad la que quiere aliarse con la empresa, tiene que ser al revés también. Hay que vencer el individualismo empresarial y convencerse de que se puede progresar mejor mediante la colaboración, la coordinación y la unión. Después del fin de las industrias siderúrgicas pesadas y el paso a una economía de servicios han mejorado algunas cosas, pero no es suficiente. No ha habido una verdadera reconversión industrial competitiva, adecuada a estos tiempos. Y entonces ocurre lo que ha dicho Margarita Salas: “Los investigadores jóvenes están desilusionados porque no ven futuro en su carrera.” Aunque en algunos lugares como el País Vasco y Cataluña, algo se está moviendo en la buena dirección.
A pesar de todo, opino que un joven al que le gusta la ciencia o la tecnología, debe ir a la universidad y hacer realidad su sueño. Y si no encuentra un trabajo a su medida aquí, que haga las maletas y que cambie de horizonte. Si algún día vuelve, se habrá enriquecido como persona y como profesional. Y quizás para entonces las cosas habrán cambiado. Quizás decida montar su propia empresa, como lo han hecho en su día Ernesto Solvay, Paul Janssen, y otros. No se debe estudiar solo en función del mercado de trabajo local o de los salarios en un lugar determinado. Será más difícil estar motivado en la empresa. Cuando alguien no se siente a gusto con su trabajo y mira al reloj para saber cuánto tiempo queda para marcharse, da pena.
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Genial artículo, es bueno que haya personas interesadas en informar sin obtener nada a cambio. Si todos difundimos lo que conocemos puede que algún día consigamos la sociedad que deseamos.