En el VI Encuentro de la Comunidad Internacional de Expertos de Novia Salcedo del pasado 10 de diciembre, donde se debatió el documento de trabajo Position Paper de NSF, “Idear el mundo después de la crisis”, uno de los temas que se sacaron fue la educación en la creatividad, siendo la creatividad una condición indispensable para innovar y para mantener una economía sólida mediante la constante innovación. Educar a los jóvenes en la creatividad…, desde la escuela primaria.
Los museos lo hacen. Tres ejemplos de Bilbao:
El Museo Guggenheim de Bilbao organiza con regularidad visitas-taller para niños en grupos por edades de 3-6 años y 7-12 años. Por ejemplo en Octubre pasado hubo un taller “Puppy” en ocasión del cambio de flores de la “escultura” de Jeff Koons. Los monitores reunieron a los niños (7-12 años) alrededor del “perrito”, que estaba tapado por andamios, y les pidieron imaginarse a Puppy aunque no lo podían ver. Después entraron en el taller del museo y pusieron manos a la obra para plasmar su idea de Puppy sobre el papel. En la foto podemos ver a Marina, de 7 años, explicar el significado de su “obra”, y enseñando la flor de Puppy que le dieron.
También el Museo de Reproducciones Artísticas, “por las especiales características de su Colección, surge con una vocación marcadamente didáctica desde sus orígenes”. Ha programado distintas actividades especiales para celebrar las próximas fiestas de Navidad. Entre ellas destacan los talleres infantiles, visitas guiadas gratuitas, etc. Los talleres infantiles, para niños y niñas de entre 8 y 12 años, se celebrarán los días 28, 29 y 30 de diciembre, de 10:00 a 13:30 horas, en las instalaciones del Museo.
El Museo de Bellas Artes de Bilbao organiza programas escolares que “dan una amplia respuesta a todos los niveles del Sistema Educativo y se ofrecen como una herramienta educativa que posibilita el diálogo y la reflexión ante las obras de arte y como un medio para desarrollar habilidades sociales y generar conocimiento en los alumnos”. Tiene también programas para jóvenes de 13 a 17 años. “El objetivo último es conseguir una intermediación adecuada entre el museo y los intereses particulares, generando propuestas que hagan concebir el museo como un lugar donde se generan valiosas experiencias de conocimiento y aprendizaje.”
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