El 82,5% de los encuestados cree que el factor humano, es decir los conductores, es la principal causa de la siniestrabilidad vial en España, frente a un 12,5% que piensa que es el estado de las carreteras y solo un 4% que lo achaca a la señalización. La preocupación por los accidentes es mayor entre las mujeres que entre los hombres, y también mayor en los hombres mayores de 40 años.
En promedio los encuestados reconocen ser más agresivos que los demás conductores. Algo más de la mitad admite que circula en el límite de la velocidad establecida o algo por encima (“porque tienen prisa” o “que llegan tarde”). La carretera no es un circuito de Gran Premio ni de Rally, no es para emular a Fonsi Nieto ni a Carlos Sainz. Una minoría cree que las campañas con imágenes dramáticas no son útiles. La mayoría está a favor de anuncios informativos. El uso del cinturón de seguridad está bastante generalizado. (Menos mal, no vaya ser que nos encontremos con un conductor “agresivo”)
¿Qué es mejor? ¿Quitar puntos del carné, o una educación en la responsabilidad? Quizás las dos cosas…
También se hicieron preguntas sobre la actitud de los conductores ante los temas de medio ambiente. La mayoría se muestra preocupada, pero solo una minoría se considera bien informada. Una gran mayoría considera que es necesaria más educación medio ambiental en las escuelas. Y también sería necesaria una mejor información al público ya que pocos se consideran responsables de las emisiones de CO2 y culpan en primer lugar a las empresas y a la administración. Hay una clara contradicción entre la “preocupación” de muchos por el medio ambiente y su forma “agresiva” de conducir. De todos es sabido que la forma de conducir influye mucho en el consumo de combustible. Finalmente, una minoría tiene en cuenta el factor medio ambiental al comprar un vehículo.
Queda mucho por hacer en responsabilidad vial.