Con más y más graduados de enseñanza superior yendo a la universidad, los gobiernos se enfrentan a duras decisiones sobre la financiación y los estándares de calidad para asegurar que sus sistemas respondan adecuadamente al boom de la demanda de grados. Las tasas de acceso a la educación de nivel universitario han crecido con cerca de la mitad del promedio en los países de la OCDE en los últimos 10 años, de acuerdo con la edición de 2008 del informe anual de la OCDE, La Educación en un Vistazo.
Pero, aunque la parte de los presupuestos públicos dedicados a la educación también se ha expandido, desde un promedio del 11,9% en 1995 al 13,2% en 2005, en muchos países la financiación para la educación terciaria apenas sigue el aumento del número de estudiantes.
“El desafío al que se enfrentan ahora los países de la OCDE es satisfacer la demanda creciente y al mismo tiempo aumentar la calidad, y esto no requerirá solo un aumento de recursos pero cambios en la forma en que se gasta el dinero,” decía Angel Gurría, Secretario general de la OCDE, en la presentación del informe. “Los países de la OCDE tienen que expandir sus recursos educativos de manera significante para satisfacer tanto la demanda, creciendo rápidamente, de estudiantes que quieren un grado universitario y la demanda creciente por parte de las empresas de jóvenes con alta capacitación, y el dinero solo no conseguirá esta baza,” decía. “Las inversiones en educación deberán también ser mucho más eficientes.”
La edición 2008 de La Educación en un Vistazo contiene indicadores de un rango amplio de temas relevantes para los diseñadores de políticas. Además de mirar a quien participa en la educación, ilustra como operan los sistemas de educación y qué resultados se obtienen.
En todos los países de la OCDE, los ingresos de gente con una educación superior son en promedio más altos que de la gente que solamente han completado la escuela secundaria. En algunos países, la ventaja de ingresos por tener una calificación terciaria puede ser bastante estrecha, pero en otros es mucho mayor.
El dinero público todavía paga la mayoría de los gastos de la educación terciaria en la mayoría de los países de la OCDE. En promedio, en toda la OCDE, la financiación privada cubre del orden de un cuarto de la factura total. Pero el papel de la financiación privada está creciendo. El gasto privado medio en educación terciaria casi se ha triplicado en los países de la OCDE en los últimos cinco años, mientras el gasto público solo ha crecido un 26%. Más de 2,9 millones de estudiantes están matriculados en instituciones terciarias fuera de los países de su ciudadanía, el doble del número en 1996 y un aumento del 50% sobre 2000. En casi todos los países de la OCDE, la gente joven está siendo mejor educada que sus conciudadanos mayores.