*Extracto de un artículo sobre la Conferencia de la Unión Social de Empresarios Cristianos de Chile (USEC), publicado en Zenit (Santiago de Chile, lunes, 27 abril 2009; ZENIT.org)
Los empresarios cristianos de Chile están convencidos de que la actual crisis económica muestra la brecha que se da entre ética y economía. En su ponencia, Rolando Medeiros, primer vicepresidente de USEC, gerente general de Elecmetal S.A. y primer vicepresidente de ASIMET, asegura que «es en medio de las dificultades que afloran las debilidades de los sistemas. En las crisis se evidencian las contradicciones de la sociedad y de las personas». «La crisis actual es de dimensión global y, aún cuando se desconoce su alcance y proporción, algunos la quieren presentar como sistémica, como generadora del derrumbe de paradigmas sociales y económicos. Este enfoque, sin embargo, esquiva la asignación de responsabilidades a las personas concretas, culpando más bien al sistema y a las ingenierías de manipularla», considera Medeiros. «No obstante esta crisis, lejos de negar las virtudes del mercado como asignador de recursos, queda claro que éste no conduce en forma mecánica al bien común. Tal como señala Juan Pablo II en la encíclica Centesimus Annus: la libertad económica, debiera estar ‘encuadrada en un sólido contexto jurídico que la ponga al servicio de la libertad humana integral'». «La crisis ha dejado en evidencia que la libertad no puede ser concebida simplemente como la ausencia de toda coacción y que el mercado no se autorregula espontáneamente. También el distanciamiento entre ética y economía y, al mismo tiempo, que ésta última debe ser algo más que una ciencia de la mera asignación eficiente de los recursos y que puede ser aún más productiva como ciencia social, teniendo en cuenta en forma explícita las consideraciones éticas que afectan el comportamiento humano», añade.
Nota: Que el fondo de la crisis que padecemos es debido a la codicia de ciertas personas es generalmente aceptado tanto por creyentes como no creyentes. Callarán los que dan prioridad al bienestar material sobre el bienestar humano y social, los que dan prioridad al “tener” y no al “ser”. Los que piensan que el poder es para “tenerlo”, no para usarlo para el bien común.
Los empresarios cristianos de Chile están convencidos de que la actual crisis económica muestra la brecha que se da entre ética y economía. En su ponencia, Rolando Medeiros, primer vicepresidente de USEC, gerente general de Elecmetal S.A. y primer vicepresidente de ASIMET, asegura que «es en medio de las dificultades que afloran las debilidades de los sistemas. En las crisis se evidencian las contradicciones de la sociedad y de las personas». «La crisis actual es de dimensión global y, aún cuando se desconoce su alcance y proporción, algunos la quieren presentar como sistémica, como generadora del derrumbe de paradigmas sociales y económicos. Este enfoque, sin embargo, esquiva la asignación de responsabilidades a las personas concretas, culpando más bien al sistema y a las ingenierías de manipularla», considera Medeiros. «No obstante esta crisis, lejos de negar las virtudes del mercado como asignador de recursos, queda claro que éste no conduce en forma mecánica al bien común. Tal como señala Juan Pablo II en la encíclica Centesimus Annus: la libertad económica, debiera estar ‘encuadrada en un sólido contexto jurídico que la ponga al servicio de la libertad humana integral'». «La crisis ha dejado en evidencia que la libertad no puede ser concebida simplemente como la ausencia de toda coacción y que el mercado no se autorregula espontáneamente. También el distanciamiento entre ética y economía y, al mismo tiempo, que ésta última debe ser algo más que una ciencia de la mera asignación eficiente de los recursos y que puede ser aún más productiva como ciencia social, teniendo en cuenta en forma explícita las consideraciones éticas que afectan el comportamiento humano», añade.
Nota: Que el fondo de la crisis que padecemos es debido a la codicia de ciertas personas es generalmente aceptado tanto por creyentes como no creyentes. Callarán los que dan prioridad al bienestar material sobre el bienestar humano y social, los que dan prioridad al “tener” y no al “ser”. Los que piensan que el poder es para “tenerlo”, no para usarlo para el bien común.