La carrera de investigador/a ya no es atractiva para mucho/as científico/as jóvenes con talento, y las mujeres se ven afectadas de manera desproporcionada. Es una pena porque la investigación es fundamental para el progreso económico y social.
Lo cuenta y analiza un informe de la OCDE en su sección de política científica, tecnológica e industrial.
En resumen, el informe analiza las carreras de investigación académica, con un enfoque en el “investigador precario”, definido como investigadores postdoctorales que ocupan puestos de duración determinada sin perspectivas laborales permanentes o continuas.
Identifica políticas y prácticas que tienen como objetivo mejorar el bienestar de los investigadores, desarrollar sistemas de investigación más diversos, equitativos e inclusivos, atraer y retener a los mejores talentos del mundo académico y, en última instancia, mejorar la calidad de la ciencia.
El informe presenta un marco conceptual y una síntesis de los datos y la información sobre políticas disponibles.
Se basa en una encuesta de países de la OCDE que incluyó notas de países y entrevistas con funcionarios de políticas, patrocinadores, representantes de organizaciones que realizan investigaciones e investigadores.
Ofrece recomendaciones y un conjunto de opciones de políticas para mejorar las condiciones de trabajo y el desarrollo profesional, vincular mejor la financiación a las políticas de recursos humanos, hacer que la gobernanza sea más inclusiva, promover la igualdad de oportunidades y la diversidad, mejorar la gestión de los recursos humanos, promover la movilidad intersectorial e internacional, etc.
Al final da un conjunto de herramientas de políticas a aplicar.
La precariedad de las carreras de investigación es un fenómeno generalizado en los países de la OCDE y en diferentes sistemas de investigación. Como en muchos otros sectores, la pandemia de Covid-19 amenaza con hacer que el situación aún empeore. Pero incluso antes de la pandemia, la precariedad en las carreras de investigación ya se había convertido en un tema de debate público y una gran preocupación para la política científica en muchos países. Uno de los notables hallazgos de este informe es el nivel de consenso entre las partes interesadas sobre la necesidad de reducir la precariedad de carreras de investigación y sobre lo que se debe hacer para lograrlo.
El informe de 68 páginas se puede descargar aquí
¿Es algo nuevo? No lo parece. Mirad este artículo en El Correo de hace 10 años.