Entre los múltiples sectores afectados por la crisis del coronavirus, resulta especialmente interesante analizar cómo esta pandemia afectará a las generaciones más jóvenes. Por desgracia para ellos, los jóvenes han visto cómo estallaba una gran crisis mundial que ha afectado a sus posibilidades de entrar en la vida adulta de manera exitosa. La crisis no ha sido solo económica, pero es cierto que ha atacado de lleno a los pilares de un sistema que pretendía ofrecer oportunidades a los jóvenes.
Hace no demasiado tiempo, el Banco de España publicó un estudio llamado “La crisis del COVID-19 y su impacto sobre las condiciones económicas de las generaciones jóvenes”, que apunta una serie de claves que deben ser consideradas antes de tratar este tema.
Uno de los primeros puntos que destaca este informe es el perjuicio futuro que causará la pérdida de clases presenciales, así como un posible deterioro de la calidad educativa en ámbitos como la universidad. Todo esto se agrava cuando se recuerda que no todos los sectores pudieron recuperarse de la anterior crisis económica con igual facilidad.
En cuanto a la situación actual, los numerosos cierres de empresas y la disminución del empleo han tenido un impacto enorme en la economía de las generaciones jóvenes. A finales de 2020, el Banco de España estimaba que un 35% de ellos no disponía de ingresos. De cara al futuro, muchos jóvenes se ven dominados por la incertidumbre, ya que sus bajas rentas y los contratos temporales no les garantizan una estabilidad laboral.
No podría terminarse el diagnóstico sin mencionar dos puntos más. Por un lado, el informe ya citado avisa de que la juventud se ha visto menos beneficiada por los ERTE, ya que trabajan en sectores muy afectados por la pandemia, como el turismo y la hostelería, además de hacerlo con contratos precarios y temporales. Por otra parte, algo tan necesario como la vivienda supone un reto enorme para muchos jóvenes. El alquiler es una opción cada vez más frecuente, pero sus elevados precios hacen que una gran parte de la renta vaya únicamente destinada al pago del alquiler. Según el mismo informe, la juventud española dedica un 40% de su renta al alquiler, lo que supone un obstáculo para progresar y afianzar sus vidas.
En respuesta al debate sobre el futuro de los jóvenes en España, la Vicepresidenta segunda y ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital, Nadia Calviño, publicaba una pieza en Eldiario.es titulada “Un plan de futuro para los jóvenes”. En este artículo exponía las cuestiones que el Gobierno considera esenciales para encauzar la situación y garantizar un futuro próspero a la juventud.
En primer lugar, el Gobierno considera que el Plan de Recuperación español debe ser fundamental para invertir de forma coherente y coordinada en temas como la transición ecológica, el impulso territorial y la transformación digital. Para ello, será muy importante aprovechar correctamente los fondos europeos para la reconstrucción. La ministra insistía en estos dos ejes, así como en el diagnóstico compartido, como las principales vías para abordar los retos futuros.
En resumidas cuentas, parece claro que la juventud desea un mundo sostenible, donde el modelo productivo sea compatible con una buena vida y respetuoso con el medio ambiente. De cara al futuro, será primordial que las grandes inversiones se realicen de forma coherente con estos valores, pero también será crucial el papel que decidan adoptar los propios jóvenes y los agentes sociales. Con las ayudas adecuadas y confiando en el talento que ellos tienen, parece posible pensar que la actual incertidumbre y el pesimismo no durarán para siempre.