“Más participación de mujeres y niñas = mejor ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas” Antonio Guterres, Secretario General de las Naciones Unidas.
Con esta sencilla ecuación se quiere poner de relieve la importancia de la participación masiva de las mujeres y las niñas en el ámbito de la ciencia, ya que aportan diversidad al campo de la investigación, amplían su grupo de profesionales y añaden nuevas perspectivas a la ciencia y a la investigación. El Secretario General de las Naciones Unidas, Antonio Guterres, en este Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia que se celebra el 11 de febrero, insta a aumentar la presencia de éstas en la ciencia “mediante becas, prácticas y programas de formación”, o bien mediante “cuotas, incentivos de retención y programas de mentoría”. “Y, sobre todo, afirmando los derechos de la mujer y rompiendo los estereotipos, los prejuicios y las barreras estructurales”.
Guterres señala que la aplicación de prejuicios sexistas en la ciencia, empeoran los resultados de la misma. Comenzando por “las pruebas de medicamentos que tratan el cuerpo de la mujer como una aberración” y siguiendo con “los algoritmos de búsqueda que perpetúan los prejuicios y la discriminación”.
En muchos lugares del mundo, se limita o se niega incluso el acceso de la mujer a la educación científica y existen dificultades añadidas como las desigualdades y la discriminación para que las mujeres puedan avanzar en sus carreras. “Solo una de cada cinco personas que trabajan en temas relacionados con la inteligencia artificial es mujer”, destaca como ejemplo concreto de la conclusión “menos de un tercio de la mano de obra en los ámbitos de la ciencia, la tecnología, la ingeniería y las matemáticas son mujeres”.
Mujeres en ámbitos científicos según datos de la UNESCO
- En la Inteligencia Artificial, sólo 1 de cada 5 profesionales (22%) es mujer.
- A pesar de la escasez de competencias en la mayoría de los campos tecnológicos que impulsan la Cuarta Revolución Industrial, las mujeres solo representan el 28% de graduadas en ingeniería y el 40% de graduadas en informática.
- Las mujeres suelen recibir menos ayudas para la investigación que sus colegas masculinos, siendo el 33,3% de todos los investigadores y el 12% de los miembros de las academias científicas nacionales.
- En 2017, España se encontraba entre los 20 países con mayor índice de profesionales con habilidades en Inteligencia Artificial, alcanzando el 19% de mujeres, equiparándose a Suiza y a Bélgica, y superando en 3 puntos porcentuales a Alemania. La mujer está infrarrepresentada.
El último informe de la UNESCO, organismo de Naciones Unidas para la educación, la ciencia y la cultura, señala que sólo una de cada tres investigadores es mujer. En cuanto a la representación femenina en la educación superior, los datos indican que poco más del 35% de universitarios en carreras de ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas es mujer. Estas desigualdades de género están profundamente arraigadas en nuestras sociedades y son importantes porque ceden a la persistencia de estereotipos y prejuicios de género, “que a veces persuaden a las niñas de que los estudios científicos no son para ellas”. Audrey Azoulay, directora general de la UNESCO, señala que “la ciencia debe ser equitativa, diversa e inclusiva; ha de ser para todas las personas y estar abierta a todas las personas, especialmente a las mujeres”.
Fuente: Universidad de Ciencia y Tecnología de Missouri
La UNESCO intenta acabar con los estereotipos dando a conocer a científicas que están abriendo nuevos caminos, de manera que puedan ser modelos de conducta para las jóvenes y puedan alcanzar la excelencia rompiendo el techo de cristal. La agencia de Naciones Unidas colabora con la Fundación L’Oréal y han distinguido a más de 120 científicas de todo el mundo, cinco de las cuales han recibido además el Premio Nobel. También en este campo de los ejemplos prácticos sobre la contribución de las mujeres, las participantes en el Programa de Jóvenes Científicas de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD) y la Universidad de Okayama, están rompiendo el techo de cristal en el ámbito científico. Este es el camino.