Cécile Désaunay publica el siguiente artículo para la revista «Futuribles International».
Después de África, China se interesa ahora por América latina. Aunque la información no es nueva, el gobierno chino ha dado una nueva dimensión a esta política oficializando en un documento público sus objetivos en la región. El informe confirma la voluntad de China de promover las sanas y continuas relaciones con los países de América del Sur y del Caribe, y recuerda la presencia de “abundantes recursos y el extraordinario potencial de desarrollo de la región”.
El texto evoca la posibilidad de un acuerdo de libre intercambio con América latina, tratando de favorecer el comercio entre las dos regiones y, por tanto, su desarrollo. Se anima de esta manera a las empresas chinas a invertir en América latina en los siguientes sectores: infraestructuras, agricultura, silvicultura, pesca, energía, recursos minerales y servicios.
El interés de China por América latina se remonta al principio de los años 2000, a pesar de que Cuba, único país oficialmente comunista de la región, se beneficia de relaciones privilegiadas desde mucho tiempo atrás. Y es que China toma conciencia de los beneficios que podría obtener de los recursos petroleros, mineros y agrícolas de la región. Así, entre 2007 y 2008, las exportaciones chinas con destino América latina y las importaciones salidas de esta región han aumentado un 50% su valor.
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