Os compartimos la entrevista a Maite Aranzabal publicada en la edición de Agosto 2024 de el Periódico Bilbao.
La economista Maite Aranzabal Harreguy es la primera mujer que preside la Fundación Novia Salcedo (NSF), organización a la que lleva vinculada desde hace más de una década.
Con una destacada trayectoria profesional, su objetivo ahora es incidir aún más en la gestión de la promoción del empleo juvenil que lleva a cabo la fundación. No en vano, NSF cotamos con una de las mayores bolsas de prácticas laborales reguladas y remuneradas del país con un fondo de becas de unos tres millones de euros anuales
¿Cómo le ha sentado el nombramiento?
Afronto el reto de la presidencia con gran honor y con una enorme responsabilidad hacia los jóvenes y la sociedad que conformamos.
Esta fundación siempre ha pensado en grande y ha logrado grandes resultados, y mi intención es seguir en esa línea.
Antes de este cargo, ¿había tenido el honor de ser la primera mujer en algo o el techo de cristal siempre está ahí?
Sí, fui la primera mujer en tener posiciones ejecutivas en empresas como Cortefiel, Springfield o KA Internacional, y en liderarlas.
Lleva doce años en el patronato de NSF, pero el interés por la promoción y gestión del empleo juvenil siempre ha estado presente en su entorno familiar. ¿Recuerda sus primeros contactos con la empresa y la Fundación Aranzabal que impulsa su familia?
He vivido el mundo de la empresa desde niña ya que mi padre nos llevaba a la fábrica muchos sábados.
Él trabajaba y nosotros le hacíamos compañía. Nos enseñaba cómo funcionaban las máquinas, el primer robot que compró… Y durante la carrera trabajé algunos veranos en los departamentos financiero y de administración.
¿Esas experiencias han marcado su trayectoria profesional?
Sobre todo, para dar relevancia a la importancia de la empresa familiar. Y también me inculcaron valores como el esfuerzo, la meritocracia, el legado, el bien común…
Novia Salcedo celebra su cincuenta aniversario en 2030. ¿Qué logros quiere conseguir de cara a esa importante efeméride?
Acercarnos al pleno empleo digno para los jóvenes.
También queremos mejorar nuestra implantación en otros territorios, profundizar en nuestras colaboraciones a nivel internacional, y apostar más por la innovación social.
Y en un ámbito más interno, buscaremos fuentes de financiación más estables, además de aprovechar las ventajas de la tecnología para mejorar el servicio que ofrecemos y lograr mejores y más resultados.
¿El presidente de Kutxabank dijo que los sueldos de los jóvenes en Euskadi eran “extremadamente bajos”? ¿Comparte la opinión?
A los jóvenes no les preocupa tanto que el sueldo sea inicialmente bajo (que también), sino ver que la progresión a partir de ahí es mínima, de forma que no van a poder afrontar ningún proyecto vital o familiar.
Necesitamos aumentar la productividad, combatir los trabajos precarios y adecuarnos con flexibilidad a las nuevas demandas.
¿Qué aspectos priorizan los jóvenes en el mundo del trabajo?
Priorizan empresas con capacidad de innovación, que trabajen y piensen en digital; puestos en los que no realicen una actividad repetitiva sino que puedan aportar; compañías que promuevan una mayor participación transversal del empleado y no una rígida jerarquía de ordeno y mando; y una mayor flexibilidad para el cambio de puesto y de empresa, en la medida en que la compañía tampoco les asegura un empleo fijo.
Por lo que no apuestan es por jornadas de doce horas, aunque estén pagadas, ya que su objetivo es conciliar la vida familiar o de ocio personal.
¿Qué porcentaje de jóvenes se van al extranjero a trabajar?
Según datos de la fundación BBVA, en 2022, cerca de 426.000 personas abandonaron el país por motivos laborales, la mayoría jóvenes con estudios superiores. Esto significa que cada mes perdemos una media de 35.000 personas, un capital humano que, sólo en términos económicos, supone una pérdida de 155.000 millones de euros.
¿El arraigo a la tierra ya no es un gancho?
Hay una gran preocupación con la pérdida de arraigo de jóvenes y empresas y creo que nos corresponde a todos trabajar para recuperarlo.
Euskadi es un gran destino, con gran espíritu emprendedor, y muchas de las empresas familiares, líderes en su sector, son muy innovadoras y están muy internacionalizadas. Pero hay que darlas a conocer a los jóvenes.