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Brasil ¿Jogo Bonito?

Algunos
medios de comunicación internacionales afirman con rotundidad que la reciente
eliminación de la Selección Brasileña de Fútbol ha  representado un gran fracaso debido a que
constituye todo un icono a nivel nacional. No obstante, la situación social que
se vive en el país tiene un trasfondo de mayor gravedad. El naufragio del
gigante americano reside en el creciente descontento que han manifestado los
ciudadanos brasileños, derivado de una grave falta de redistribución de la
riqueza entre los ciudadanos y de la fuerte inversión en el Mundial y los
Juegos en detrimento de ayudas sociales y políticas activas de empleo.
Quizá
uno de los principales motivos que más antipatía y malestar ha generado hacia
el gobierno brasileño es la situación de los jóvenes. Entre los 34 millones de las nuevas generaciones de
brasileños
entre las edades comprendidas de 15 y 24, más de la tercera parte ni estudian ni trabajan, según datos
ofrecidos por el rotativo británico `The
Guardian´
.
Durante
los últimos años, Brasil ha liderado las listas de los países emergentes con
mayor crecimiento hasta afianzarse como sexta economía mundial -según datos del
FMI y el Banco Mundial- a través de grandes inversiones en infraestructuras.
Este ascenso se ha manifestado mediante el llamado `poder blando´ con la
adjudicación del Mundial de Fútbol 2014 y los Juegos Olímpicos de 2016 llamados
a continuar ese vertiginoso crecimiento. Albergar la Copa del Mundo se veía
como una oportunidad inmejorable para insertar a los jóvenes en sectores tales
como el turismo, la tecnología y los servicios como se ha podido observar con
la construcción del estadio Arena Das Dunas (Rio do Norte).
A
pesar de todo, los numerosos casos de corrupción en relación con las
infraestructuras construidas han empañado las previsiones del gobierno. Cierto
es que en América la corrupción ha sido uno de los males endémicos del Nuevo
Mundo pero, en Brasil, se han agudizado en los últimos años ante el crecimiento
incontrolado recientemente mencionado. Así lo han corroborado prestigiosos
medios internacionales que, ante el desembarco de la FIFA, cuya reputación
opaca es sobradamente conocida, las irregularidades y el trato preferencial han
estado en el ojo del huracán de los jóvenes que han tomado las calles de Brasil
a lo largo del Mundial. Habrá que esperar y observar cómo se transforma el
auténtico reto para el Gobierno de Dilma Rousseff ; convertir esos puestos provisionales
de trabajo en algo más fijo que brinden seguridad a los jóvenes en un momento
delicado para la mayoría.
No
hemos de olvidar que el fútbol ha sido utilizado históricamente para maquillar
o tapar la realidad. En el caso concreto de Latinoamérica, a desviado la
atención del caso `Boudou´ en Argentina. En Colombia, la buena actuación de la
selección `cafetera´ ha relegado a un segundo plano el durísimo enfrentamiento
entre Juan Manuel Santos y Óscar Iván Zuluaga por el Proceso de Paz. Este hecho
no es exclusivo de Latinoamérica puesto que el éxito de `La Roja´ también fue
utilizado para desviar el foco de atención en
plena crisis económica.
Jóvenes brasileños jugando al fútbol en una favela /Noticiero Deportivo.
Así
las cosas, una pregunta colea entre la juventud del país ante los primeros
síntomas de colapso más social que económico: ¿Hay un próspero futuro
garantizado para los más jóvenes? Por el momento, hay una creciente demanda en
el sector industrial que permite a los jóvenes sin recursos formarse en valores
y competencias en detrimento del conocimiento técnico. Este es un claro síntoma
de la necesidad de incluir a la juventud
como pilar de crecimiento
dentro de las políticas activas de empleo. Entre
las soluciones al problema se baraja el compaginar la educación con la
formación profesional. El gobierno brasilero ha tomado nota poniendo en
funcionamiento unos 16 programas federales para incorporar a la juventud en
el mundo laboral entre ellos se encuentran:
1)
`Provojem Trabalhador´ destinado a preparar al joven para el mundo laboral.
2)
`Provojem Urbano´ con una clara orientación y vocación educativa.
3)
`Pronatec´ basado en formar a los jóvenes en competencias laborales.

El
objetivo es proveer al joven un empleo para crear un círculo económico de
seguridad y estabilidad que le garantice un buen futuro esto es: el empleo como medio de desarrollo humano.
La aprobación de las mencionadas medidas, permiten una mejor interacción con el
mercado laboral y el alejamiento progresivo de los entornos violentos de los
que proceden algunos jóvenes. Ante esta tesitura que se nos presenta hay dos
caminos: 1. Creación temporal de empleo
juvenil
que terminará cuando los deportistas vuelvan a sus casas 2. El
gobierno brasileño sentará las bases
para la integración laboral de los jóvenes
pensando en un beneficio a largo
plazo.

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