En la pasada edición del premio NSF a la Excelencia en la integración profesional de los jóvenes, el galardón en la categoría de personas recayó en el emprendedor social maliense Souleymane Sarr, por la puesta en marcha de un modelo de integración laboral de jóvenes profundamente ligado a las necesidades locales y al desarrollo económico sostenible en Mali. Su actuación ha roto el paradigma de discriminación entre distintos niveles sociales y ha puesto la responsabilidad del proyecto en manos de los jóvenes.
Souleymane Sarr nació hace 49 años en Bamako, capital de Mali, donde recibió una educación tradicional en una familia de artesanos. En 1981, una vez acabada su formación secundaria, se inició en el mundo empresarial ayudando primero a su padre en su negocio y después en otras colaboraciones. En esos años aprendió mucho sobre la comunidad de artesanos del país y su resistencia al cambio.
Más tarde se convirtió en el nexo de unión entre la OIT y los artesanos de Mali y comenzó a colaborar con el Gobierno. Después de 6 años decidió poner en marcha un programa para artesanos independiente del gobierno. El objetivo de Souleymane fue crear lo que él llama la “nueva generación” de artesanos de Mali. Su proyecto consiste en la formación de artesanos, graduados universitarios desempleados y jóvenes de la calle para crear y elaborar productos de artesanía listos para el mercado. Su proyecto está evolucionando el sofocante sistema de aprendizaje de artesanos en Mali. Su innovador enfoque ha unido a jóvenes universitarios (“que creen que lo saben todo”) con jóvenes desempleados de la calle (“que creen que no saben nada”). El resultado son equipos de jóvenes que ponen en marcha micro-empresas.
En Euskadi tenemos una juventud con alta formación, superior a la media de España pero con una tasa de desempleo que triplica la general, a pesar de que son un recurso imprescindible para nuestro desarrollo como economía. En el caso de Mali ¿Cuál es el problema que usted detecta para los jóvenes de su país? ¿Cómo es la incorporación de éstos al mercado laboral?
En el caso de Mali, asistimos a dos grandes fenómenos, a saber:
– Los jóvenes golpeados por el abandono escolar. Según las estadísticas oficiales (documento de la política nacional de la formación profesional de Mali), casi 6 jóvenes malienses sobre 10 no alcanzan jamás el fin del primer ciclo de la enseñanza primaria, ya sea porque no han tenido jamás acceso a ella, ya sea porque habiendo comenzado a frecuentarla, la han abandonado demasiado pronto. La tasa de abandono de una cohorte que ha entrado 6 años antes es de casi el 44,30% de los efectivos. Mali se sitúa así entre los países del continente africano con las tasas más débiles de finalización del primer ciclo de la enseñanza básica.Tradicionalmente, la mayor parte de estos jóvenes no escolarizados o desescolarizados precoces son confiados a artesanos en cuyos talleres aprenden los rudimentos de un oficio (ebanistería, construcción metálica, mecánica del automóvil, electricidad). Se someten con ello a una formación práctica no formal, en el trabajo y en el día a día, en el marco de un proceso de transferencia de competencias no sistemático y no coherente.
Al final de su aprendizaje (cuya duración está en función de la conveniencia del patrón), estos jóvenesaprendices se instalan por su cuenta viniendo así a incrementar las filas de la economía popular urbana. En el marco de una asociación entre el Ministerio Maliense de Empleo y Formación Profesional y las Organizaciones de la Sociedad Civil, un programa de formación dual (aprendizaje práctico en el taller del patrón/artesano y formación teórica en la clase) se propone a estos jóvenes salidos de la «formación informal» en la perspectiva de la validación de sus experiencias profesionales y en vista a entregarles un certificado a este efecto.
– Los jóvenes diplomados de las escuelas de enseñanza técnica y profesional y de las universidades, enfrentados a la dura realidad del mercado de trabajo puesto que su perfil está inadaptado a las necesidades del mercado. Cada vez más, estructuras de formación o de enseñanza privada proponen formaciones ligadas a las necesidades del mercado para multiplicar sus posibilidades de inserción. Cada vez más iniciativas se organizan para crear las condiciones de inserción de los jóvenes. El Estado mismo ha establecido estructuras para trabajar en este sentido, a saber:
- Un Fondo de Apoyo a la Formación Profesional y al Aprendizaje (FAFPA) cuya misión es asegurar la formación de activos de los sectores productivos en Mali, en particular los jóvenes;
- La Agencia Nacional Para el Empleo (ANPE), que asegura igualmente la financiación pública de la formación profesional;
- L’APEJ, que trabaja para mejorar la empleabilidad de los jóvenes a través de su dispositivo de aprendizaje, las prácticas de cualificación y un dispositivo de financiación.
Algunas organizaciones privadas como AJA Mali han puesto en marcha programas de apoyo al emprendizaje de jóvenes. AJA Mali asegura, entre otros, la formación profesional (cualificadora) de los jóvenes, el apoyo al acceso a la financiación y el acompañamiento en el arranque y en el desarrollo de las micro empresas. Pero el problema fundamental de la inserción de los jóvenes es hoy en día la financiación de los proyectos porque los jóvenes no disponen de garantía antes de la concesión de crédito por los bancos. Con el fin de aportar una modesta contribución a la resolución de este bloqueo, AJA Mali acaba de poner en marcha un fondo de garantía de 15 millones ante una institución bancaria nacional (Ecobank) para facilitar el acceso de los jóvenes al crédito para financiar sus proyectos sin tener que ofrecer una garantía.
A través de su proyecto ha acercado artesanos de la calle y universitarios desempleados ¿Cómo surge la idea? ¿Qué sinergias de trabajo se producen y cómo éstas benefician el desarrollo de la economía local?
La mezcla de jóvenes aprendices artesanos con diplomados se explica por una voluntad de crear empresas cuyos recursos humanos son complementarios; así, los aprendices artesanos aportan su destreza manual y práctica en el funcionamiento de la empresa y los diplomados su visión, su sentido de la organización y sus conocimientos teóricos. Las microempresas formadas de esta manera son coherentes y llegan a ser rentables porque escapan de los eternos problemas de organización y de planificación que conocen la mayoría de los artesanos de la calle y que les hacen perder enormemente oportunidades de pedidos y de trabajo.
En los últimos años en diferentes países se están poniendo en marcha iniciativas para favorecer el emprendizaje social, ¿podría explicarnos las posibilidades que ofrece el emprendizaje social en un país como Mali para favorecer el desarrollo económico local?. Así mismo ¿Cómo pueden contribuir emprendedores sociales de otros países a una realidad como la de los jóvenes de Mali?
Mali, como muchos países africanos, ha conocido los primeros Planes de Ajustes Estructurales (impuestos por las instituciones de Bretton Woods, Banco Mundial y Fondo Monetario Internacional) en la década 80-90. Estos planes han tenido pesadas consecuencias soportadas por la población. Las instituciones financieras han instaurado políticas económicas draconianas. Esta presión que ha conocido el pueblo ha conllevado un trabajo diario, un desarrollo de innovaciones y una ciudadanía en la vida de los barrios para mejorar el día a día y el destino de las gentes, una suma de iniciativas con una finalidad social que tiene como objetivos la insercción socio-económica, el aprendizaje y la preparación a la vida, pero también redistribución de recursos movilizados por la actividad económica. Todo ésto se sitúa en el marco del emprendizaje social (dirigido por personas con sentido de la iniciativa y un fuerte liderazgo) que se traduce en nuestro país comunmente por la aplicación de iniciativas o de proyectos relativos entre otros a :
– El acceso a la educación para las capas desfavorecidas y vulnerables de la población que no pueden normalmente beneficiarse de la educación formal (niños/jóvenes de padres indigentes, niños/jóvenes de la calle…).
– El acceso a los cuidados de salud elementales de las poblaciones desfavorecidas en vista a la reducción de la mortalidad infantil y a las mujeres en edad de procreación.
– La formación profesional de jóvenes en situación difícil (jóvenes de padres indigentes, fracasos escolares…).
– El emprendizaje y la inserción de jóvenes.
– El acceso de las poblaciones a otros servicios sociales de base como el alojamiento, la alimentación.
Si estas iniciativas permiten luchar contra la pobreza, la ignorancia, las malas condiciones de vida…, sufren por el contrario cruelmente de falta de viabilidad y de perspectivas de sostenibilidad. Tienen pues necesidad de ser reconocidas, acompañadas, sostenidas y suficientemente valoradas teniendo en cuenta su función social, económica y política.
Así, los emprendedores de otros países pueden intervenir para sostener el emprendizaje social en nuestro país a través, entre otros, del intercambio de experiencias con los emprendedores sociales locales, la asistencia técnica, la creación de infraestructuras de formaciones profesionales adaptadas a las necesidades del mercado, al apoyo a la puesta en marcha de proyectos de inserción de jóvenes en medios rurales y urbanos surtidos de dispositivos de acceso a la financiación bancaria.
A pesar de las diferencias por países observamos que la incorporación de las personas jóvenes al mundo laboral siempre es problemática, una cuestión que preocupa mucho a la propia OIT, ¿cómo cree que pueden ayudar las instituciones internacionales en la misión de favorecer mejores oportunidades laborales para los jóvenes?. Así mismo ¿Qué campos de trabajo se pueden generar a nivel transnacional, por ejemplo entre Euskadi y Mali?
Hoy en día, un país como Mali necesita, en el marco de la inserción profesional de los jóvenes, de la creación y de la multiplicación sobre toda la extensión del territorio de centros de formación profesional (en los oficios que respondan a las necesidades del mercado) y de Estructuras de formación para el espíritu empresarial. Hay que formar también formadores capaces de acompañar a los dirigentes de proyectos a concretar sus iniciativas y hacer realizar estudios exploratorios sobre las potencialidades de inserción en los sectores de las actividades agro-pastorales o artesanales porque Mali parece disponer de activos en estos niveles (existencia de vastas superficies cultivables por ejemplo). La colaboración entre Mali y las Organizaciones Internacionales por una parte y con el País Vasco por otra, cosechará frutos si concierne a los aspectos evocados más arriba.
El próximo lunes 30 de mayo de 2011 tendrá lugar la cuarta edición del Premio Novia Salcedo a la Excelencia en la integración profesional de los jóvenes, en el Teatro Arriaga de Bilbao. Si quiere asistir al acto puede realizar su incripción aquí: