un informe de Michael Renner (*) del World Watch Institute: “Green Jobs: Working for People and the Environment”. Según el autor, asegurar una economía global “a prueba de clima” implicará inversiones a gran escala en nuevas tecnologías, equipos, edificios, e infraestructura, que producirán un gran estímulo para el tan necesitado empleo nuevo y una oportunidad para retener y transformar empleos actuales.
El número de empleos verdes está creciendo. El sector de las energías renovables ha conocido una expansión rápida en años recientes, 
estimándose, siendo conservadores, el empleo actual en las industrias del sector y de los suministradores en unos 2,3 millones a nivel mundial. La industria eólica emplea del orden de 300.000 personas, el sector fotovoltaico unas 170.000, y la industria solar-térmica más de 600.000. Más de un millón de trabajadores están en la industria de los biocombustibles, que cultiva una variedad de materias primas y las procesa para producir etanol y biodiesel.
Lo mismo pasa en otros sectores como en la construcción, para maximizar la eficiencia energética en los edificios existentes y nuevos. Aparte de los 
empleados de la construcción, dará trabajo a auditores energéticos, ingenieros, etc. La adaptación de unos 200.000 pisos en Alemania creó 25.000 nuevos empleos y ayudó a mantener 116.000 puestos de trabajo existentes en el período 2002-2004. En el sector del automóvil, tan castigado, se prevé un aumento notable de vehículos verdes, que irán reemplazando los actuales privados. Asi mismo se construyen autobuses nuevos y los existentes se van adaptando.
Según el informe el potencial de los empleos verdes es inmenso, pero no se materializará si no hay inversiones masivas en los sectores privado y público. Por su parte los gobiernos deben establecer un marco firme para “verdecer” todos los aspectos de la economía, mediante objetivos y mandatos, incentivos empresariales, así como políticas de reforma de impuestos y de subsidios. Para poder disponer de todos los trabajadores posibles con las aptitudes necesarias, es crucial ampliar los programas “verdes” de educación, con prácticas y preparación en habilidades. Empleos verdes deben, según el autor, ser empleos decentes, bien remunerados y en condiciones de seguridad y dignidad, y respetando los derechos de los trabajadores. Esto no es siempre el caso hoy, se queja.
(*)Michael Renner es Investigador Senior y Director del Proyecto de Seguridad Global del World Watch Institute.
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