El estudio del Observatorio vasco de la Juventud señala que el 41,5% de los jóvenes habla indistintamente castellano, euskera e inglés
El joven vasco es más tolerante, habla hasta tres idiomas y se encuentra sujeto a contratos temporales. Así lo ha revelado el estudio del Observatorio vasco de la Juventud denominado ‘Diagnóstico de la situación de la juventud Euskadi 2019’. Para este análisis se ha realizado una encuesta a 1.500 jóvenes, y el objetivo principal ha sido profundizar en el conocimiento del colectivo de personas de 15 a 29 años que residen en Euskadi en relación al contexto demográfico, la educación, el empleo, la emancipación, la vivienda, la salud, la acción social y la igualdad, la participación, el ocio, la cultura y el deporte.
La tasa de abandono escolar ha experimentado una significativa evolución positiva en los últimos años y en Euskadi ha pasado del 12,0% en 2006 al 5,4% en 2017. Además, en estos años se ha incrementado el porcentaje de hombres y mujeres jóvenes con titulación superior, pero las diferencias entre las tasas reflejan una brecha muy grande a favor de las mujeres; en 2017 el 57,2% entre las mujeres de 30 a 34 años tienen titulación superior frente al 36,1% de los hombres de esa edad.
Jóvenes trilingües
La tasa de trilingüismo de Euskadi se calcula a partir del porcentaje de jóvenes que hablan bien euskera, castellano e inglés. Este indicador recoge valores cada vez más elevados debido al notable aumento del conocimiento de inglés. En 2016 el 34,6 % de las personas de 15 a 29 años de Euskadi afirma hablar bien euskera, castellano e inglés, una cifra que casi duplica la registrada en 2004.
El 69,3% de la juventud vasca de 15 a 29 años afirma que habla euskera muy bien o bastante bien. Ese porcentaje aumenta en Gipuzkoa hasta el 78,9%, mientras que en los territorios históricos de Álava y Bizkaia es inferior (51,4% y 68,3%, respectivamente). El conocimiento de inglés entre las personas de 15 a 29 años en 2016 alcanza el 41,5% de jóvenes que hablan muy o bastante bien inglés.
Más tolerantes y participativos
La intolerancia ideológica ha sido otra de las consultas realizadas a los jóvenes. El 39,2% de la juventud de 15 a 29 años cree que la medida más adecuada en relación los inmigrantes extranjeros sería facilitar al máximo su entrada; el 45,8% piensan que solo habría que facilitar la entrada a quienes tienen un contrato de trabajo; mientras que el 5,2% de la juventud considera que la política de inmigración más adecuada sería la de prohibir la entrada de inmigrantes. El 9,8% restante no sabe o no opina. Precisamente, el descenso del rechazo a la entrada de inmigrantes coincide con un descenso en el porcentaje de jóvenes que creen que las personas extranjeras residentes en Euskadi son demasiadas.
Casi la mitad de la juventud de 15 a 29 años pertenece a alguna asociación y una de cada diez dice realizar actividades de voluntariado. El interés por la política también se ha incrementado en los últimos años y con él el deseo de participar más activamente en los asuntos públicos. Además, las prácticas ligadas a la sostenibilidad y el respeto por el medio ambiente se han incrementado: tres de cada diez jóvenes consumen de forma sostenible, cuatro de cada diez utilizan el transporte público a diario y, aunque quienes utilizan la bicicleta a diario son una minoría, su volumen casi se ha triplicado en ocho años.
Contratos temporales y descenso de la población juvenil
Para más de la mitad de la juventud de 16 a 29 años el estudio es la ocupación principal, por lo que la tasa de actividad queda por debajo del 50%. El 68,1% de la juventud de 16 a 29 años asalariada tiene un contrato temporal frente al 30,7% del conjunto de la población asalariada de Euskadi. Esta tasa tuvo su porcentaje más bajo en 2009, al inicio de la crisis, y desde entonces ha ido aumentando hasta alcanzar en 2018 el punto más alto de la serie. Este aumento se ha producido de forma general en el conjunto de la población pero ha sido especialmente fuerte en el colectivo joven.
El número de jóvenes de 15 a 29 años se ha reducido de forma notable en los últimos 15 años, al mismo tiempo que se ha incrementado la esperanza de vida, con lo que la juventud tiene menor peso relativo en el conjunto de la población. Este colectivo ha pasado del 20,2% de 2003 al 13,2% de 2018. Este valor sitúa al País Vasco como una de las regiones europeas con un índice de juventud más bajo en un continente en sí mismo ya envejecido. Además, el estancamiento en el volumen de jóvenes extranjeros residentes, la maternidad tardía y las bajas tasas de fecundidad no parece que vayan a ayudar a paliar esa tendencia en los próximos años.