Icono del sitio Fundación Novia Salcedo. empleo, emprendizaje, futuro.

El Papa Francisco aboga por un mundo sostenible

La
inauguración del pontificado del papa Francisco coincidió con la fiesta de San José, día del
padre. Tomando como ejemplo a cómo San José custodió a su familia, dedicó gran
parte de su homilía a la conservación de la naturaleza y de
la sociedad humana en su totalidad, no solo la de los cristianos. Así lo dijo:

“…
Pero la vocación de custodiar no sólo nos atañe a nosotros, los cristianos,
sino que tiene una dimensión que antecede y que es simplemente humana,
corresponde a todos. Es custodiar toda la creación, la belleza de la creación,
como se nos dice en el libro del Génesis y como nos muestra san Francisco de
Asís: es tener respeto por todas las criaturas de Dios y por el entorno en el
que vivimos. Es custodiar a la gente, el preocuparse por todos, por cada uno,
con amor, especialmente por los niños, los ancianos, quienes son más frágiles y
que a menudo se quedan en la periferia de nuestro corazón. Es preocuparse uno
del otro en la familia: los cónyuges se guardan recíprocamente y luego, como
padres, cuidan de los hijos, y con el tiempo, también los hijos se convertirán
en cuidadores de sus padres. Es vivir con sinceridad las amistades, que son un
recíproco protegerse en la confianza, en el respeto y en el bien. En el fondo,
todo está confiado a la custodia del hombre, y es una responsabilidad que nos
afecta a todos. Sed custodios de los dones de Dios.

Y
cuando el hombre falla en esta responsabilidad, cuando no nos preocupamos por
la creación y por los hermanos, entonces gana terreno la destrucción y el
corazón se queda árido. Por desgracia, en todas las épocas de la historia
existen «Herodes» que traman planes de muerte, destruyen y desfiguran el rostro
del hombre y de la mujer.

Quisiera
pedir, por favor, a todos los que ocupan puestos de responsabilidad en el
ámbito económico, político o social, a todos los hombres y mujeres de buena
voluntad: seamos «custodios» de la creación, del designio de Dios inscrito en
la naturaleza, guardianes del otro, del medio ambiente; no dejemos que los
signos de destrucción y de muerte acompañen el camino de este mundo nuestro. Pero,
para «custodiar», también tenemos que cuidar de nosotros mismos. Recordemos que
el odio, la envidia, la soberbia ensucian la vida. Custodiar quiere decir
entonces vigilar sobre nuestros sentimientos, nuestro corazón, porque ahí es de
donde salen las intenciones buenas y malas: las que construyen y las que
destruyen. No debemos tener miedo de la bondad, más aún, ni siquiera de la
ternura.
 

Y
aquí añado entonces una ulterior anotación: el preocuparse, el custodiar,
requiere bondad, pide ser vivido con ternura. En los Evangelios, San José
aparece como un hombre fuerte y valiente, trabajador, pero en su alma se
percibe una gran ternura, que no es la virtud de los débiles, sino más bien
todo lo contrario: denota fortaleza de ánimo y capacidad de atención, de
compasión, de verdadera apertura al otro, de amor. No debemos tener miedo de la
bondad, de la ternura.

Hoy,
junto a la fiesta de San José, celebramos el inicio del ministerio del nuevo
Obispo de Roma, Sucesor de Pedro, que comporta también un poder. Ciertamente,
Jesucristo ha dado un poder a Pedro, pero ¿de qué poder se trata? A las tres
preguntas de Jesús a Pedro sobre el amor, sigue la triple invitación: Apacienta
mis corderos, apacienta mis ovejas. Nunca olvidemos que el verdadero poder es
el servicio, y que también el Papa, para ejercer el poder, debe entrar cada vez
más en ese servicio que tiene su culmen luminoso en la cruz; debe poner sus
ojos en el servicio humilde, concreto, rico de fe, de san José y, como él,
abrir los brazos para custodiar a todo el Pueblo de Dios y acoger con afecto y
ternura a toda la humanidad, especialmente los más pobres, los más débiles, los
más pequeños; eso que Mateo describe en el juicio final sobre la caridad: al
hambriento, al sediento, al forastero, al desnudo, al enfermo, al encarcelado
(cf. Mt 25,31-46).
Sólo el que sirve con amor sabe custodiar.”
Salir de la versión móvil