Edgar Morin, filósofo y sociólogo francés de origen griego y ancestros sefardíes, ha cumplido 100 años el pasado 8 de julio. Autor, entre otras muchas obras de referencia, de “Los siete saberes para una educación del futuro” (encargada por la UNESCO y tal vez la más leída de sus obras), ha tenido cabida en nuestro blog NSF -Construyendo Capital Humano- donde le hemos dedicado algunas entradas. Esta de hoy es un pequeño homenaje a sus cien años de vida.
Edgar Morin es uno de los pensadores vivos más interesantes y tiene una impresionante biografía comprometida con valores universales que abarca desde su posicionamiento a favor de la República Española en la Guerra civil, hasta sus reflexiones a raíz de la pandemia provocada por la Covid-19. Se opuso al nazismo, apoyó la Resistencia, criticó el estalinismo, vivió el mayo del 68 francés y también la época hippie de California. Morin sabe que la realidad es compleja, que todo está relacionado y que hay que saber enfrentarse a ello en cada momento.
“Hay que aprender a enfrentar la incertidumbre, puesto que vivimos una época cambiante donde los valores son ambivalentes, donde todo está ligado. Por eso la educación del futuro debe volver sobre las incertidumbres ligadas al conocimiento”
De su libro mencionado más arriba “Los siete saberes para una educación del futuro” destacamos estas recomendaciones:
“Las ciencias nos han hecho adquirir muchas certezas, pero de la misma manera nos han revelado innumerables campos de incertidumbre. La educación debería comprender la enseñanza de las incertidumbres que han aparecido en las ciencias físicas (microfísica, termodinámica, cosmología) en las ciencias de la evolución biológica y en las ciencias históricas. Se tendrían que enseñar principios de estrategia que permitan afrontar los riesgos, lo inesperado, lo incierto, y modificar su desarrollo en virtud de las informaciones adquiridas en el camino. Es necesario aprender a navegar en un océano de incertidumbres a través de archipiélagos de certeza.”
Todo está inter relacionado y todo cambia, afirma Edgar Morin, por eso las Ciencias y las Humanidades deben ir de la mano e inter relacionarse para construir un mundo mejor.
Vaya en ello todo nuestro empeño.