En 2008, la Comisaria Ferrero-Waldner encabezó una iniciativa de 40 mujeres, líderes mundiales en ámbitos como la política, la empresa y las organizaciones sociales, que pidieron un nuevo impulso en la aplicación efectiva de la Resolución 1325 de la ONU sobre la mujer, la paz y la seguridad. Asumiendo esta recomendación, el Secretario General de la ONU, Ban Ki-Moon, aceptó convocar una conferencia ministerial en 2010 para examinar los avances realizados y la forma de incrementar el impacto de dicha Resolución.