La ciencia no puede hablar de Dios pero los científicos, si. Como cualquier ser humano.
¿Dónde está el límite entre ciencia y religión? Entre lo material y lo espiritual. “Nosotros estamos hechos de moléculas químicas… Pero ahora no me preguntes cómo se llega a explicar la autoconciencia, porque no lo sabemos. Y tampoco sé si lo sabremos alguna vez”, dice Felix Goñi.
¿Cuáles son los límites de la ciencia? A esta pregunta Félix Goñi contesta: “La ciencia tiene muchos límites. Mucha gente piensa que la ciencia es una colección de conocimientos y ese es un concepto falso derivado de que la ciencia se enseña muy mal en la escuela. La ciencia es básicamente un método de conocimiento y todos los métodos, claro está, tienen sus limitaciones… Las cosas que no podemos medir no están al alcance de la ciencia. Es la gran limitación de la ciencia que se basa en cosas que se pueden observar de manera objetiva.”
Esto lleva a Arantzazu a decir: Entonces la ciencia no debe hablar de Dios, ¿no? La respuesta de Félix Goñi es clara y categórica: “No es que no deba, es que no puede. Porque Dios no es accesible a la experimentación (científica). Nosotros podemos hablar de lo que vemos, de lo que podemos medir y de lo que podemos registrar para enseñar a otros. Nada de eso ocurre con Dios…”
Félix Goñi dice que es científico y creyente cristiano. Le preguntan si esto es usual. El dice que no es usual, tampoco con los que no son científicos, pero que “existen buenos estudios sociológicos que indican que el grado de creencia entre los científicos no es menor que la de la media de la población, si bien hay otro estudio que dice que entre los científicos de élite, como los Premios Nobel por ejemplo, el grado de creencia es menor.”
Opina que lo uno no tiene que ver con lo otro. “La relación entre ciencia y religión a mucha gente le da qué pensar, pero a los científicos que yo conozco no les preocupa en absoluto. Y es que nosotros hablamos de lo que se ve, se mide y se registra y la religión de cosas que no se pueden ni ver, ni medir ni registrar.” Son dos ‘vías de conocimiento’ diferentes.” Afinando más, dice que “la ciencia nos ha cambiado nuestra visión de Dios. Es innegable y obvio. Ahora no pensamos en Dios como en un hombre que para entretenerse se dice: <voy a fabricar la hormiga, etc.> Ahora tenemos otra visión que con nuestra perspectiva histórica me parece más respetuosa.”
Fin de la entrevista.
“El azar no existe; Dios no juega a los dados”, dijo Albert Einstein.
Alguien debe haber creado las leyes que rigen el universo, la naturaleza, la materia, la energía. Ningún científico estableció estas leyes. Las descubrieron. La formulación del Big Bang es una hipótesis científica, no una ley, porque no es fruto de un experimento científico. Es un supuesto avanzado por primera vez en 1927 por Georges Lemaitre, una sacerdote y al mismo tiempo astrofísico, profesor de la Universidad Católica de Lovaina, por lo que dicen que es el “padre” del Big Bang. Manera de hablar, porque no puede ser el verdadero padre, porque no es él que ha hecho el “experimento”.
Todo lo anterior queda resumido en esta otra frase de Albert Einstein: “A spirit is manifest in the laws of the Universe – a spirit vastly superior to that of man, and one in the face of which we with our modest powers must feel humble. In this way the pursuit of science leads to a religious feeling of a special sort”. En castellano: “Un espíritu es manifiesto en las leyes del Universo – un espíritu muy superior al del hombre, y uno ante el que debemos sentirnos humildes con nuestros modestos poderes. De esta manera la búsqueda de la ciencia conduce a un sentimiento religioso de un tipo especial”.
Referencias sobre Félix Goñi :
(1) Tres catedráticos opinan sobre la universidad
(3) ¿En periodo de crisis se debe reformar la universidad usando la tijera, o la razón?