Identificar lo que el público quiere leer según los términos introducidos en los motores de búsqueda, después enrolar a masas de redactores para producirlo: tal es el principio de las “granjas de contenidos” que se multiplican en Internet. Señala Ignacio Ramonet en «Le Monde Diplomatique» de Marzo 2011
La búsqueda de rentabilidad conduce a los medios de comunicación a interrogarse más que nunca sobre el género de informaciones que gustaría leer al público. Parten de una constatación: menos del 15% de lo que publican los periódicos interesa verdaderamente a la mayoría de la gente. Habría entonces un problema de oferta que no se corresponde, o no suficientemente, con la demanda. Entonces se plantean dos preguntas: ¿qué género de informaciones suministrar? Y, ¿cuando hacerlo exactamente?
Interrogaciones también antiguas que los medios de masa, a los que, por primera vez, Internet podría permitir responder con la ayuda de algunos nuevos instrumentos. Entre otros, Google Trends, un servicio que ofrece la posibilidad de “conocer la frecuencia a la cuál un término ha sido tecleado en el motor de búsqueda Google, con la posibilidad de visualizar esos datos por regiones y por lenguas”. Se puede así saber, en tiempo real, qué temas de actualidad son los que más interesan, en un momento dado, a los internautas.
Partiendo de estas informaciones, Google News a puesto inmediatamente un servicio agregador de informaciones en línea gratuito que presenta, de manera automatizada, artículos tomados continuamente en innumerables fuentes de la Web y en particular en los otros medios.
Pero el gran pionero de una fórmula nueva de “artículos a demanda” es el sitio americano Demand Media, creado en 2006. Según su “manifiesto”, se ha fijado por misión, satisfacer la demanda mundial en contenidos de valor comercial. Pero no importa qué contenidos, porque su muy ambicioso objetivo es “crear contenidos que resuelvan los problemas, respondan a las interrogaciones, permitan economizar dinero, hagan ganar tiempo y vuelvan felices a las gentes”. ¡El medio-felicidad!
¿Cómo se hace ésto? Es muy simple, como explica una periodista: “Para determinar qué temas deben tratarse, el algoritmo de Demand Media tiene en cuenta los términos más buscados en Internet, las palabras-clave más solicitadas por los publicistas y la existencia o no de artículos relativos a este tema en la Web. Pone en el balance lo que quieren saber los internautas y cuánto están dispuestos a pagar los anunciadores para aparecer al lado de estos temas. Una vez identificada la demanda por el algoritmo, los temas a tratar son puestos en línea en Demand Studio, la plataforma por la cual pasan los 10.000 redactores y videastas freelance que proveen a la sociedad de artículos y vídeos. A los freelance les basta inscribirse en el sitio Internet del Studio y esperar los pedidos de temas que en él se muestran, a veces 62.000 sugerencias en un solo día. Pagados a 10 dólares el artículo, o a 20 dólares el vídeo.
Demand Media ha inventado así, con la industrialización masiva de la producción de contenidos en línea, la información a bajo coste. A título de ejemplo, en el transcurso del segundo trimestre de 2010, sus 10.000 independientes han producido, como media, casi 6.000 artículos o vídeos cada día! Bien entendido, a semejantes ritmos, no hay que esperar una información de calidad. Pero este sitio se ha convertido en el más importante contribuidor de You Tube, al que provee de entre 10.000 y 20.000 vídeos por mes, que generan alrededor de 1,5 millones de páginas vistas al día… Y, fenómeno raro todavía en el terreno de los medios en línea, Demand Media es un negocio que funciona: su cifra de negocios, en 2009, estaba estimada entre 200 y 300 millones de dólares.
También en Europa comienzan a crearse este tipo de “granjas de contenidos”. De origen italiano, Populis es la plata forma líder, cuyo presuntuoso slogan proclama: “Donde el arte de la creación de contenidos encuentra la ciencia de la Web”. Populis reivindica más de 18 millones de visitantes únicos por mes. Sus responsables han establecido una base de datos de 16 millones de temas que interesan a la vez a los internautas y a eventuales anunciadores cuyas publicidades se mostrarán al mismo tiempo que los artículos. Éstos no son escritos por periodistas profesionales sino por “redactores freelance”, aficionados apasionados por un tema preciso, sabiendo escribir correctamente y cuyas candidaturas son solicitadas por el sitio. La tarifa de los independientes varía de 5 a 150 eros según la dimensión del artículo y la calidad de la escritura.