No tiene sentido un libro sin lector. Tanto leer como escribir es un arte. «El arte de leer es, en gran parte, el arte de volver a encontrar la vida en los libros y, gracias a ellos, de comprenderla mejor» (André Maurois) No solo libros, igualmente están los artículos, columnas, impresas en papel, o virtuales en la red de redes www. Lo más importante es leer, elegir bien lo que se lee y digerirlo. Como nos lo aconsejan algunos sabios:
«Lee mucho, pero no muchos libros» (Benjamin Franklin).
«No es preciso tener muchos libros, sino tenerlos buenos» (Seneca)
«Un libro que no merece una segunda lectura, no merece la primera» (Karl Maria von Weber).
«Lo que determina el éxito de una gran cantidad de libros es la estrecha relación entre las mediocres ideas del autor y las mediocres ideas del público» (Nicholas C. Chamfort). Aunque con el consuelo de que «No hay libro tan malo que no contenga algo bueno» (Miguel de Cervantes)
“Algunos libros son probados, otros devorados, poquísimos masticados y digeridos” (Francis Bacon). Lo último es importante porque: «La lectura no da sabiduría al hombre; le da únicamente conocimiento» (William Somerset Maugham); «Oír o leer sin reflexionar es una ocupación inútil» (Confucio); «No leas para contradecir o refutar ni para creer o dar por bueno, ni para buscar materia de conversación o de discurso, sino para considerar y ponderar lo que lees» (Francis Bacon)
Otra razón para ser un lector crítico nos la da Mark Twain : «Tenga cuidado con la lectura de libros sobre la salud. Podría morir de una errata de imprenta»
En los años 70 hubo un libro de divulgación científica para niños que tuvo mucho éxito y que se usa todavía en algunas expresiones irónicas: El libro gordo del Petete. Seguro que hoy hay quien lo menciona sin acordarse o sin saber lo que era. Que miren y escuchen aquí:
http://www.youtube.com/watch?v=ioQcOdABcWM
http://www.youtube.com/watch?v=2A3YFiJavzA&feature=related
http://www.youtube.com/watch?v=V3qpq0hypQE&feature=related