Acaba de anunciarse en El Correo de la UNESCO que este año va a ser el de los idiomas. Los idiomas son una de las muchas riquezas culturales de los pueblos, tanto los minoritarios como los mayoritarios, y por lo tanto todos deben ser respetados, cuidados y mimados. Despreciar a una lengua es una falta de cultura. Stendhal, gran literato francés afirmaba que “La lengua es el primer instrumento del genio de un pueblo”. Las personas cuya lengua materna es minoritaria, suelen tener más tendencia a aprender otras, por necesidad. La gente, cuya lengua materna es mayoritaria, suele instalarse a menudo en la comodidad, pero el que quiere moverse en la globalidad tendrá que ser plurilingüe. Que la mitad de las lenguas que existen en el mundo corren peligro de desaparecer es una pena. Para llamar la atención a la importancia de conservar las lenguas, la UNESCO ha designado el 2008 como Año Internacional de los Idiomas y ha elegido para presentarlo el 21 de Febrero próximo, Día Internacional de la Lengua Materna.
(Calle de los Carros, en el Barrio Chino de Amsterdam)
“Privar al niño inmigrante de su lengua materna es crear una situación conflictiva entre el modelo familiar y el modelo social, es decir, menoscabarle su identidad. Si el sistema escolar respetara su lengua y su cultura los hijos de emigrantes desarrollarían una mayor estima de sí y de los otros”, dice el Correo de la Unesco. Con razón.